Cómo llevar a las mascotas en el auto

Cuando organizamos un viaje en auto y tenemos como mascotas a perros, gatos o a los dos, es importante saber qué hacer para lograr trayectos que no sean traumáticos para estos animales que son parte de nuestra vida.
Desde el punto de vista legal, la Ley Nacional de Tránsito 24.449 solo indica en su artículo 48, respecto de las prohibiciones en la vía pública (inciso q): “que no debe transportarse cualquier carga o elemento que perturbe la visibilidad o sobresalga de los límites permitidos”. Sin embargo, existen diversas leyes provinciales de tránsito más específicas, que reglamentan cómo y dónde hacer el traslado de las mascotas en un vehículo.
“En principio, todos los perros y gatos pueden viajar en un auto. Si viaja por primera vez, es necesario hacer alguna prueba de trayecto corto antes porque, a veces, puede marearse. En cada tramo, los perros deben usar un cinturón de seguridad especialmente diseñado para ellos, que se adquieren en veterinarias. Es un tema de seguridad para los animales y las personas que viajan en el vehículo”, dice la veterinaria (MP 8600) Verónica Petrungaro, directora de PetVille.
Para el psicólogo (de humanos) Gustavo Bianco, especialista en terapias cognitivo-conductuales, educador de perros desde 1990 y director de la escuela canina GB, en líneas generales los perros que presentan una probabilidad mayor a la normal de sufrir el traslado en un vehículo son los que no han sido habituados a viajar.
“Si bien existen, como es obvio, algunas diferencias individuales -afirma Bianco-, por lo general, cuando los perros se habitúan al traslado dejan de manifestar desagrado en un tiempo que suele variar según el caso. Cuando el desagrado se presenta, las manifestaciones más comunes son incrementos en el nivel de estrés, vocalizaciones y vómitos”.
Respecto de los gatos, Hernán Pesis, educador y conductista felino comenta que cuando los gatos no han pasado por un período de habituación adecuado pueden llegar a sufrir mucho estrés durante el traslado. “Los que han sido correctamente habituados, especialmente entre su segunda y séptima semana de vida, pueden gestionar mucho mejor el estrés del viaje cuando son adultos. Según el gato, los síntomas y el nivel de sensibilidad varían y pueden ir desde manifestaciones leves hasta verdaderos estados de pánico”.
Preparación adecuada
Para transportar perros debe considerarse lo siguiente: “Es recomendable subirlos a un auto cuando tenemos un mínimo control sobre ellos. De no ser así, nos arriesgamos a tener que controlarlos en el contexto del auto, que no es el más adecuado para esto. Los primeros paseos en un vehículo deben ser cortos, con contrastes de marchas y con el objetivo de dirigirse a un lugar placentero para el perro, como una plaza o un parque. Así, el viaje en auto le quedará asociado con algo que él disfruta. La mayoría de los perros bien sociabilizados se habituarán entre el primero y el quinto traslado, solo una minoría de los perros requerirán un tiempo mayor”, señala Bianco.
Antes de viajar con estas mascotas, “es importante que tengan un ayuno sólido de seis horas como mínimo para evitar vómitos o malestares gástricos, además de dar un paseo previo para que realicen sus necesidades. En un viaje largo, debemos suministrarles el mismo alimento que viene consumiendo, pero en menos cantidad para que no sufra problemas gastrointestinales. Si el perro o el gato son muy nerviosos, se debe consultar al veterinario de confianza para averiguar si es necesario darle alguna medicación y la dosis”, comenta el veterinario (MP 8192) Carlos Vázquez, responsable del equipo de profesionales de Nestlé Purina.
En los viajes, el perro debe ubicarse en el asiento de atrás, sobre una manta y sujetado mediante accesorios que se adaptan a los anclajes del cinturón de seguridad, para que no se desplacen ante una frenada brusca. El accesorio se usa con un pretal y no con el collar, para evitar lastimar a la mascota. En un trayecto largo, hay que incluir agua, bolsas y elementos de limpieza, además de programar detenciones para que tome líquido, camine y haga sus necesidades. Antes de bajarlo, asegúrese que esté bien atado a la correa. Si va con un gato, verifique que esté cómodo y tenga agua disponible en el transportador.
El habitáculo del rodado debe tener una temperatura adecuada y si las mascotas sufren angustia es recomendable acariciarlas y hablarles para que bajen la ansiedad. Los gatos, siempre deben viajar en una transportadora, con algún objeto familiar y una manta absorbente para evitar que quede mojado por si orina. La transportadora debe fijarse al cinturón de seguridad para que no se mueva.
Adiestramiento y hospedaje
Según Pesis, todos los gatos pueden adiestrarse para minimizar los efectos negativos del traslado en un vehículo. El tiempo que tarda cada uno en habituarse a eso variará según diversos factores. “Cada gato debe ser evaluado individualmente. A partir de allí, se elabora el programa conductual que más se adapte a cada situación. La desensibilización sistemática que podemos implementar para minimizar los efectos traumáticos previamente asociados y el denominado “contracondicionamiento”, para cambiar la percepción negativa que tiene el gato del vehículo, son dos técnicas muy utilizadas y efectivas en conjunto”, afirma.
Para habituar al gato con la transportadora, “antes de viajar es importante dejarla abierta y a su disposición dentro de su territorio -señala Pesis-; luego, colgar del hueco de la puerta del auto una bolita de hilo sisal y, a partir del juego, generar asociaciones positivas. Así, la habituación es más rápida. Cuando está adentro y cómodo podemos probar cerrando la puerta y, si está tranquilo, premiarlo con algún bocadito rico (no más grande que una uña). Estas instancias hay que ir alargándolas hasta levantar la transportadora con él adentro y, siempre que esté en calma, darle un premio. Después se debe dar una vuelta por la casa y volver a premiar su conducta tranquila, hasta salir y dar un paseo con él en el auto dentro de la transportadora, sin que manifieste signos de estrés. Las feromonas faciales F3 y las flores de Bach Rescue Remedy funcionan muy bien si comenzamos a administrárselas antes del viaje. Y, durante el mismo, un pote con agua nunca debe faltar y no conviene darle de comer antes del recorrido ni después de llegar a destino, hasta que el gato se calme”.
Si no tenemos tiempo o la paciencia indispensable para adiestrar a las mascotas en la situación de viajar en un vehículo, hay lugares donde se los puede hospedar por el tiempo necesario.
“Cada vez es más frecuente que las personas consideren a sus animales de compañía como un integrante más de la familia, su mejor amigo o como un hijo; sus necesidades no pasan a un segundo plano. Entonces, al dejar a su mascota en el hotel deben saber que ésta va a pasar también sus propias vacaciones”, afirma Petrungaro, que destaca además que los dueños no deben angustiarse por esta situación, ya que los animales se divierten muchísimo porque mediante amor, juegos, actividades para que sociabilicen y al estar con otros perros vuelven a su estado natural de estar en manada; así, los animales no extrañan.

Fuente: Patricia Osuna Gutiérrez - www.lanacion.com.ar

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