¿De qué se trata la terapia asistida con animales?
La acción, realizada por la iglesia Trinity Lutheran, es una medida que cada vez toma más fuerza dentro de una amplia gama de terapias complementarias.
La Doctora Sylvia Arrau, docente de la carrera de Medicina Veterinaria de la Universidad del Pacífico, explica que “hoy son muchísimas las instancias que utilizan la terapia asistida con animales. Desde centros de instituciones psiquiátricas, hospitales con enfermos terminales o crónicos, cárceles en terapias penitenciarias, juzgados de policía local, hogares de ancianos y de niños con riesgo social, en el autismo y la depresión”.
La profesional agrega que en Chile estas terapias son cada vez más conocidas y de interés público, por todos los beneficios que conlleva. “Hay muchas instituciones comprometidas en este gran trabajo, sin embargo es necesario hacerlo más conocido para que todas las personas puedan gozar de sus resultados”.
La relación con los animales de compañía, cualquiera sea la especie, dan mayor seguridad en sí mismo, ayudan en el desarrollo de las interacciones sociales, aumentan la confianza en las demás personas, y baja el nivel de estrés y agresividad. Junto con esto “favorece el contacto con el ser interno de cada uno, ayuda a controlar la ansiedad y regula las emociones en niños, adolescentes y ancianos”.
Además permite el desarrollo de la responsabilidad, el sentirse necesario para alguien vivo brinda apoyo emocional en víctimas de abusos de todo tipo, y definitivamente ayuda a devolver la salud física y emocional del ser humano.
La interacción con animales brinda la posibilidad de volver a conectarnos con la naturaleza, con una relación de cariño, cuidados mutuos y compañía sin restricciones. “Actualmente la velocidad en que nos ocurren las situaciones y en que tenemos que resolver múltiples problemas a diario, nos ha hecho en cierta forma olvidar que somos seres humanos con una parte espiritual”, dice la doctora Arrau.
¿Cualquier perro puede ser terapeuta?
Por lo general, los canes deben tener algunas características especiales para poder optar a este ‘trabajo’. Las razas más utilizadas para esta labor son el Labrador y el Golden Retriever. “Son los más recomendados por sus características de tranquilidad, alegría, aceptación, carácter equilibrado, adecuada socialización, amabilidad, facilidad de seguir las órdenes, ganas de trabajar y por su temperamento. Ambos son perros nobles, obedientes, inteligentes, muy cariñosos y tolerantes con los niños”, indica Arrau.
Es totalmente necesario que el perro pase por un sistema de entrenamiento especial, en general los cachorros son cuidadosamente seleccionados para ser entrenados, “ellos deben cumplir con requerimientos básicos de carácter y temperamento. Deben ser animales tranquilos, asequibles al entrenamiento y de comportamiento entrenable”, destaca la especialista.
Los machos y hembras pueden ser co-terapeutas por igual y participar de forma directa en el proceso terapéutico o en la actividad que se requiera, como por ejemplo en el caso de perros con asistencia judicial, que trabajan con niños en riesgo social o que son víctimas de abusos sexuales o violencia y necesitan declarar en el tribunal.
Sin embargo también se han tenido experiencias positivas con perros recogidos de la calle. “Animales que se han recuperado de este trauma, han sido entrenados y se han incorporado a programas de rehabilitación de personas que han delinquido y están privadas de libertad”, señaló la profesional.
La doctora Sylvia Arrau concluye que en muchos de estos casos se ha visto que las personas mejoran ostensiblemente el aspecto de las relaciones sociales, creando lazos de afecto con la mascota y promoviendo la responsabilidad y el compromiso con ella, disminuyendo los comportamientos violentos y antisociales. “En Estados Unidos existe un programa con grandes resultados, que relaciona a delincuentes de alta peligrosidad con perros asociados a riesgo, como son los Pitbull y Rottweiler que han sufrido abandono”.