El 90 % de los niños del mundo respiran aire tóxico
Parece evidente, pero no por ello hay que dejar de decirlo: los más chicos –literalmente, los niños, que son menos altos que los adultos– están más expuestos y vulnerables a la polución del aire, cuyas partículas dañinas se concentran más cerca del suelo.
Así lo expone un nuevo estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que revela un hallazgo grave: al menos el 90 por ciento de la población joven del mundo –unos 1.800 millones de menores– respiran aire tóxico en las ciudades. “Es una bomba de tiempo para la salud mundial”, advierte el texto.
La situación no solo afecta los países de menores ingresos, sino también los considerados ricos, coincidieron cientos de médicos consultados en los distintos continentes. Bajo peso al nacer, deficiente desarrollo neuronal, asma y afecciones cardíacas están entre las principales consecuencias identificadas de inhalar partículas contaminantes. Los elementos tóxicos llegan más pronto al sistema nervioso de los niños que de los adultos, precisaron.
“El aire contaminado está envenenando a millones de pequeños y arruinando sus vidas. Esto es inexcusable, cada niño debería poder respirar aire limpio y así poder crecer con todo su potencial”, demandó Tedros Adhanom, director de la OMS.
La alarmante cifra coincide con la realización de la I Conferencia Global de Salud y Polución del Aire, realizada a principios del presente mes en Ginebra (Suiza), en la que el acuerdo internacional quedó en reducir en dos tercios, al 2030, las muertes por contaminación del aire (se estima que 7 millones de humanos fallecen cada año por esta causa). De ellos, 2,4 millones por afecciones cardíacas, 1,8 por cáncer pulmonar o fallas en estos órganos y 1,4 millones por derrames cerebrales generados por los factores que contaminan.
El documento muestra que al menos 600.000 pequeños mueren anualmente por infecciones respiratorias asociadas a la polución. Y en países pobres, el 98 por ciento de los menores de 5 años están expuestos a micropartículas PM 2,5, que tienen mayores posibilidades de ingresar al organismo y provocar las afectaciones ya señaladas.
Los expertos coincidieron en que solo la descarbonización –fin del uso de combustibles fósiles– de la sociedad actual garantizará que no mueran tantos chicos –y adultos– por efecto de las emisiones, y que, de hecho, esa mejoría en la salud repercutirá en mejores resultados para las economías en todo el mundo. “Expandir el conocimiento sobre estos impactos también es parte del proceso de cambio”, concluyeron.