Fumar también perjudica a nuestras mascotas
Al fumar en ambientes cerrados compartidos con perros, gatos y otras mascotas, estos se convierten en fumadores pasivos, y quedan expuestos a los innumerables perjuicios de las sustancias contenidas en el cigarrillo.
Los animales expuestos al humo del cigarrillo son más propensos a padecer enfermedades respiratorias, coronarias y hasta cáncer, al igual que el fumador.
El humo y las sustancias nocivas del tabaco permanecen en el ambiente, pudiendo ser inhalados por las mascotas, sobre todo en ambientes cerrados.
Por lo tanto y por el amor que sentimos por nuestras mascotas, es recomendable no fumar delante de ellas, tratando de proporcionarles el mejor ambiente posible en el que pueden vivir.