Greta Thunberg zarpa en catamarán rumbo a Madrid para asistir a la Cumbre del Clima
La activista sueca Greta Thunberg partirá este miércoles en catamarán desde el estado norteamericano de Virginia hacia Madrid para asistir a la XXV Cumbre del Clima, que tendrá lugar en la capital española entre el 2 y el 13 de diciembre, tras suspenderse su celebración en Santiago de Chile por la situación en el país.
Greta no viaja en avión por las altas emisiones de gases de efecto invernadero que genera. Por eso, una vez se conoció el cambio de ciudad, pidió ayuda a través de la red social Twitter para tratar de llegar a tiempo a Madrid.
En un mensaje publicado en redes sociales, la impulsora del movimiento Juventud por el clima contó que zarpará desde el estado Virginia hacia Europa. Según relató, dos australianos y una inglesa le ofrecieron cruzar el Océano Atlántico a bordo del catamarán ‘La Vagabonde’. “Estoy muy contenta de poder decir que con suerte llegaré a la COP25 en Madrid”, celebró.
Viajará con Elayna Carausu, de 26 años, y Riley Whitelum, de 35, que viven en su catamarán con su hijo Lenny, de 11 meses, y documentan sus aventuras en las redes sociales. Originalmente la pareja había planeado pasar el invierno boreal en Estados Unidos, pero ahora llevarán de vuelta a casa a Greta y a su padre Svante Thunberg. El viaje en sí debería durar de dos a tres semanas, dependiendo de las condiciones climáticas. También viajará el marinero británico profesional Nikki Henderson, a quien contactaron para que ayude.
La joven atravesó este verano el Atlántico en el ‘Malizia’, el barco ecológico del príncipe de Mónaco, Pierre Casiraghi, y llegó a principios de septiembre a Nueva York, Estados Unidos, para participar en la Cumbre de Acción Climática de la ONU.
Al referirse a esta experiencia, evaluó: “En cierto sentido, muchas cosas han cambiado y muchas cosas se han movido en la dirección correcta, pero también, en cierto sentido, hemos pasado algunos meses más sin que se hayan tomado medidas reales y sin que las personas se den cuenta de la emergencia en la que estamos inmersos”.
Luego de la Cumbre, recorrió Canadá y distintas ciudades de Estados Unidos participando en las manifestaciones de los Jóvenes por el Clima: un movimiento que ella misma impulsó en apenas un año para exigir a los líderes mundiales que luchen y actúen con determinación para frenar el cambio climático.
El gobierno de Pedro Sánchez ofreció a la joven la ayuda de España para llegar a la Cumbre del Clima y, en caso de que finalmente no fuera posible, adelantó que se facilitaría su participación “en modo remoto”, es decir a través de videoconferencia.
La ministra para la Transición ecológica en funciones, Teresa Ribera, abrió la puerta a que la joven no acuda a la cita al admitir las dificultades del viaje, porque en esta época el Atlántico norte “no es muy fácil de atravesar”. Y añadió: “El problema de Greta no es de financiación, sino de modos de transporte”.
A bordo del velero en el cual debe abandonar el país en dirección a Europa, Thunberg sostuvo tajante: “Cuando [Trump] fue elegido, pensé que la gente finalmente se despertaría. Porque parece que, si continuamos como ahora, no va a pasar nada. Así que tal vez él esté ayudando”.
Lo dijo en una entrevista que concedió a la AFP desde el puerto de Hampton, estado de Virginia (en la costa este de Estados Unidos), en la víspera de su partida de la nación norteamericana. “Es tan extremo y dice cosas tan extremas que la gente se ha despertado de cierta manera”, declaró. Para la joven activista sueca, entonces, la decisión de Trump de retirarse del Acuerdo de París contribuyó a la causa que ella defiende.