Groenlandia emite metano, gas de efecto invernadero

La capa de hielo de Groenlandia emite grandes cantidades de gas metano, uno de los de mayor efecto invernadero, según reveló un estudio científico. La capa de hielo de Groenlandia tiene varios kilómetros de hielo y está asentada sobre tierra firme. Su ritmo de deshielo ha aumentado con el calentamiento global, lo que afecta el nivel del mar, a diferencia de lo que ocurre con el hielo marino.
Un equipo internacional de investigadores liderado por la Universidad de Bristol acampó durante tres meses junto a la capa de hielo de Groenlandia, investigando el agua de deshielo que se concentra en una gran cuenca de más de 600 kilómetros cuadrados durante los meses de verano. Utilizando sensores de avanzada tecnología para medir el metano en el agua de fusión en tiempo real, observaron que el citado gas surgía continuamente desde la zona inferior del hielo.
Calcularon que al menos seis toneladas de metano se transportaban a su sitio de medición solo desde esta parte de la capa de hielo, aproximadamente el equivalente al metano liberado por hasta 100 vacas.
La profesora Jemma Wadham, directora del Instituto Cabot para el Medio Ambiente de la Universidad de Bristol, quien dirigió la investigación, dijo: “Un hallazgo clave es que gran parte del metano producido debajo del hielo probablemente escapa de la capa de hielo de Groenlandia en ríos grandes y rápidos antes de que pueda ser oxidado a CO2, un destino típico para el gas metano que normalmente reduce su potencia de calentamiento de efecto invernadero”.
El gas metano (CH4) es el tercer gas de efecto invernadero más importante en la atmósfera después del vapor de agua y el dióxido de carbono (CO2). Aunque, presente en concentraciones más bajas que el CO2, el metano es aproximadamente 20-28 veces más potente. Por lo tanto, cantidades más pequeñas tienen el potencial de causar impactos desproporcionados en las temperaturas atmosféricas.
La mayor parte del metano de la Tierra es producido por microorganismos que convierten la materia orgánica en CH4 en ausencia de oxígeno, principalmente en los humedales y en tierras agrícolas, por ejemplo, así como en los estómagos de las vacas y demás rumiantes y los arrozales. El resto proviene de combustibles fósiles, como el gas natural.
Si bien se había detectado algo de metano anteriormente en los núcleos de hielo de Groenlandia y en un lago subglacial antártico, esta es la primera vez que se detecta una producción continua de metano desde la capa de hielo, que posee varios kilómetros de espesor. El autor principal, Guillaume Lamarche-Gagnon, comentó: “Ahora vemos claramente que los microorganismos activos, que viven bajo kilómetros de hielo, no solo sobreviven, sino que también afectan a otras partes del sistema terrestre. Este metano subglacial es un biomarcador para la vida en estos hábitats aislados “. La mayoría de los estudios sobre fuentes de metano se centran en el “permafrost”, los suelos congelados que sufren el calentamiento global en lugares subpolares como Siberia y Alaska y desprenden metano cuando se descongelan.

Fuente: www.lacapital.com.ar

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