La costumbre gatuna de rascar todo

Entre algunas razones, lo hacen para marcar territorio, para remover las capas externas muertas de sus garras, para estirar su cuerpo, articulaciones y garras. También liberan estrés cuando se sienten muy frustrados, tensos o ansiosos. No es conveniente reprenderlo, porque esto hará que se estrese aún más y puede agravar lo que se desea corregir.
Rascar es un comportamiento completamente natural en los gatos, y algunas razones por las cuales lo hacen son para marcar territorio, tanto con marcas visuales como con feromonas que liberan desde las almohadillas de sus patas, detectables para otros gatos y animales. Lo hacen para remover las capas externas muertas de sus garras; para estirar su cuerpo, articulaciones y garras; y entre otras cosas, para liberar estrés cuando se sienten muy frustrados, tensos o ansiosos.
Cuando un gato marca su territorio en algún lugar, resulta muy difícil romper el hábito, porque su propio olor lo atrae a la misma zona nuevamente.
Cuando esto sucede, si se lo quiere corregir, jamás hay que utilizar el castigo de ningún tipo, porque esto hará que el gato se estrese aún más y puede agravar precisamente lo que se desea corregir. Hay que tener en cuenta que a las mascotas no hay que provocarles castigos de ningún tipo. Con paciencia y amor, se pueden lograr resultados asombrosos.
Es conveniente saber que los gatos posiblemente no rasquen ni marquen el lugar ante la presencia de los miembros de la familia, sin embargo, aprovecharán cualquier momento que puedan para hacerlo. Lo que es necesario lograr es que su área de rascar sea menos atractiva para él, y con el tiempo pierda interés.
Según indican algunos especialistas, para corregir ese hábito en la mascota felina, hay que seguir algunos consejos. Por ejemplo, será necesario detectar cuáles son los lugares preferidos del gato para rascar, y colocar los reemplazos como postes, alfombritas y otros objetos disponibles en la veterinaria, lo más cerca posible de su “área”. Algunos de sus lugares preferidos suelen ser cerca de su comida, donde duerme o las entradas a un ambiente de la casa.
Será conveniente limpiar el área que se desea evitar con productos especializados para repeler al gato o utilizar neutralizador de olores. Luego cubrir el área con algunos objetos que le desagraden al gato cuando vaya al lugar a rascar, como por ejemplo papel de aluminio, papel de lija o algodón con perfume, entre otros.
También se puede jugar con el gato cerca del lugar que se desee que rasque, para que “accidentalmente” sus uñas toquen la superficie y descubra ese nuevo y fabuloso lugar. Nunca hay que forzarlo a tocar la superficie deseada, porque puede provocar el resultado inverso y todos los esfuerzos serán en vano. Hay que tener paciencia. Este proceso puede llevar varias semanas si se desea corregirle un hábito. Pero hay que saber que nunca se logrará que el gato deje de rascar; sólo se conseguirá que lo haga en el lugar adecuado.
También hay que remover los objetos colocados en el área “protegida” cuando el gato ya esté usando los rascadores nuevos constantemente. Hay que limpiar esta área con los productos utilizados para evitar que el gato sea atraído a la misma nuevamente.
También hay que tener en cuenta otras actividades que pueden hacer que el gato rasque menos. Por ejemplo, jugar con él para ejercitar su cuerpo y mente. Un gato aburrido suele rascar más para entretenerse.

Fuente: www.diariopopular.com.ar

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