La desgarradora historia de Sha´Ali, una víctima de maltrato animal

Hay historias que rompen el corazón en mil pedazos, y la de Sha’Ali es una de ellas. Les pedimos que lean cada palabra, que la fijen en sus mentes porque esto no tiene perdón.
Era la medianoche, y unos carreros de Quilmes te habían tirado dentro de una propiedad con tus manos quebradas.
Te habían golpeado tanto, pero tanto, que los golpes habían llegado hasta tus huesos. Te negabas a caminar porque ellos no eran la familia que te había amado por 25 años.
Los golpes seguían y vos no podías dar un paso. Te inyectaron algo en el cuello.
Así que te metieron dentro de un baldío lleno de cañas para que nadie te encontrara, porque la policía se acercaba por los llamados de los vecinos. No podían creer la brutalidad y el ensañamiento con el que te golpeaban. Los carreros rompieron los alambres de inmediato, y te arrastraron hasta ahí. Iban a volver por vos. Y cuando no caminaras, otra vez te iban a volver a golpear pero esta vez hasta matarte. Quizás faenarte. Porque nada se desperdicia en nuestra ciudad de Quilmes cuando se trata de caballos.
Llegamos, y no había nadie. Pero empezamos a buscarte con linternas hasta que vimos tu cabeza asomarse mientras estabas abatido en el suelo La policía se había ido. Quedaste solo. Corrimos hasta la avenida, solicitamos móviles y volvimos con vos. No te movías y una de tus manos estaba destrozada.
Y en la espera mientras llegaban más refuerzos para asistirte, teníamos decenas de pedidos por un caballo arabe robado esa misma mañana a varios kilómetros de Quilmes.
Eras vos. Era tu familia buscándote. Esa que te amó con locura. No dudamos en llamarlos en medio de la noche con la noticia de que estabas con nosotros pero que te habían fracturado a golpes. Tu familia no paraba de llorar de la desesperación, vinieron a subirte al batán con nosotros entre las lágrimas de todos los presentes por esa esperanza de poder salvarte.
Estuviste 9 días internado, orinabas sangre porque tus músculos se habían roto, tus órganos estaban estallados. En menos de 24hs se fracturó tu otra mano por completo. Peleaste como nadie, como nunca vimos pelear a un caballo. Con corazón de hierro. Pero por dentro no pudiste. Los carreros te habían destruido.
Nos dejaste el alma rota en pedazos. Eras un abuelo, amado como pocos, al que te arrebataron la vida para atarte a un carro. Porque pasan los gobiernos y todos hacen más de lo mismo.
QUILMES ES DESIDIA
Nadie puede tenerles compasión carreros, cuando ustedes no la tienen por un animal que ni siquiera es capaz de lastimar. Que sufre en silencio las barbaridades que les hacen.
Sha’Ali se queda en el campo. No en un carro. No lo hace como hubiesemos querido todos. Con él corriendo y con sus crines al viento en el cálido sol de este verano. Él se queda, dejando de padecer todo lo que le hicieron los carreros de nuestra ciudad.
LOS CABALLOS EN LOS CARROS NO PUEDEN EXISTIR MÁS

Fuente: @caballosmaltratadosdequilmes - caballosdequilmes.org

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