Las 5 características de la inteligencia del gato

Son misteriosos, independientes y, sobre todo, muy inteligentes. La ciencia veterinaria ha descubierto que los gatos no sólo tienen un cerebro más desarrollado que los perros, sino también que están entre los mamíferos más inteligentes del reino animal.
Aunque por su independencia, se ha hecho difícil someter a los gatos a experimentos, la observación prolongada de su conducta -tanto en soledad, como acompañados por otros animales y humanos- y el estudio de sus cerebros, ha permitido establecer las cinco características principales de la inteligencia felina.
1 – Cerebro pequeño, pero poderoso y complejo
El cerebro de una persona es equivalente, en promedio, al 2% de su cuerpo. El del gato es de sólo el 0,9%, pero tienen más neuronas que los perros: cuenta con unas 300 millones, frente a las 160 millones de células de los canes. Además, el cerebro de los gatos es más complejo y le permite tomar decisiones más “racionales”.
Investigadores especialistas en neurociencia, encontraron que mientras un iPad tiene unos 60 Gigabytes, el de un gato alcanza los 91 Gigabytes. Ello implica que mientras un iPad procesa 170 millones de operaciones por segundo, el gato puede concretar hasta 6,1 billones de operaciones por segundo.
2 – Buena memoria de largo plazo
Científicos de la universidad de California (UCLA) determinaron que los gatos pueden recordar hechos recientes hasta por 16 horas, mientras que los perros solo lo hacen por 5 minutos. Las pruebas se hicieron mediante el escondite de alimentos y juguetes y fueron contundentes.
Pero en materia de recordación en tiempo prolongado, el gato es un verdadero campeón ya que puede memorizar lugares y personas durante varios años. No obstante, al igual que los humanos. los felinos pueden sufrir una enfermedad degenerativa de su cerebro similar al Alzheimer que afecta a los humanos conocida como Disfunción Cognitiva Felina (FCD, por su sigla en inglés) o Síndrome de Disfunción Cognitiva (CDS) que puede afectar su inteligencia.
3 – Comprenden el lenguaje corporal de los humanos
El gato no comprende el significado de las palabras, pero, sí entienden lo que las personas expresan con gestos, con el lenguaje del cuerpo.
Además, los felinos tienen una gran capacidad para aprender por imitación. Por ello, no debe extrañar como se las ingenian para abrir puertas, armarios o ventanas.
Es que desde que son cachorros, los gatos aprenden de su madre por imitación. Así, incorporan nociones de caza, de desplazamientos, de saltos.
4. -Su curiosidad se basa en que saben que algo oculto no siempre ha desparecido
Contrariamente a lo que pasa a los humanos cuando son bebés, o a ciertos animales pequeños, los gatos no creen que algo que no ven de repente haya desaparecido. Por el contrario, cuando algo desaparece, para un gato está oculto. De allí, su enorme curiosidad y su capacidad de caza. Por eso cuando algo desaparece de su vista, el gato espera en el mismo lugar hasta que vuelva.
Quien tiene un gato como mascota sabe de su astucia y persistencia para buscar objetos ocultos y detrás de los lugares en los que desaparecieron esas cosas.
5 – La mente del gato tiene noción del tiempo y las medidas
La inteligencia del gato le permite procesar y registrar algunos tiempos y horarios. Por eso, generalmente a una misma hora maúlla para pedir su comida o para señalar la llegada de algún miembro de la casa. Esto ocurre porque el felino tiene un reloj interno que le permite medir determinados tiempos y recordarlos.
El cerebro de los felinos también les permite diferenciar cantidades pequeñas y grandes. Por eso, suele buscar el plato de comida más grande o más lleno.
Y como son cazadores natos, aplican esa característica de su inteligencia para identificar zonas de caza con mayor cantidad de presas. Por ejemplo, suelen acercarse a aquellos árboles en los que suelen posarse más pájaros.

Fuente: www.diariopopular.com.ar

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