Los animales que se desplazan las mayores distancias
Antes se pensaba que las ballenas grises eran las campeonas, pero en 2007 las jorobadas les arrebataron el título, cuando un estudio rastreó un viaje de 8.299km entre Costa Rica y la Antártida. Esa es la migración más larga de cualquier mamífero.
Sin embargo, las ballenas han sido derrotadas por un pez: concretamente, el tiburón blanco. Un ejemplar femenino apodado “Nicole” nadó alrededor de 11.100km desde Sudáfrica hasta el oeste de Australia, y luego de vuelta otra vez al cabo de nueve meses.
Aun más impresionante: investigadores de la Administración Océanica y Atmósferica de Estados Unidos rastrearon un viaje de 20.500km de una tortuga laúd hembra desde su zona de apareamiento en Indonesia hasta la costa del Pacífico estadounidense, donde fue a alimentarse.
En tierra
Es impresionante, pero el viaje anual de 4.800 km del caribú a través de América del Norte es el récord actual de migración terrestre, según el Libro
Sin embargo, estos viajes se restringen de forma natural a los límites de la tierra con el mar. En el aire no hay fronteras.
Una de las migraciones más atractivas visualmente es la de las mariposas monarca, que vuelan anualmente de ida y vuelta 4.000km entre México y Canadá.
Del mismo modo, en el verano las mariposas vanesas de los cardos pueden ir desde los desiertos del norte de África hasta el Círculo Ártico en un viaje de ida y vuelta de 15.000km.
La libélula Pantala flavescens es considerado el insecto con la ruta de migración más larga, posiblemente superior a 18.000km, pues viaja desde la India hasta el este de África y regresa.
Pero al igual que las mariposas, estos insectos son efímeros y no pueden soportar la totalidad de los viajes. La travesía anual es completada por generaciones sucesivas.
Por ejemplo, el colibrí garganta de rubí tiene una autonomía de vuelo estimada en alrededor de 2.200km, de acuerdo con un estudio de 2016 de su migración otoñal entre América Central y el Este de Estados Unidos. No está mal para un ave que pesa menos de 5 gramos.
En el otro extremo de la escala, el albatros errante -posiblemente el animal volador más grande de la Tierra- puede cubrir más de 5.500km en un solo viaje. Estas aves pueden darle la vuelta al mundo en sólo 46 días.
Esto es en gran parte gracias a su control de crucero único. Mediante un proceso conocido como elevación dinámica, los albatros usan mucha menos energía que en el vuelo batiendo alas, convirtiendo las largas distancias en un juego de niños.
En el estilo de aleteo furioso, sin embargo, la aguja colipinta es el ave a seguir, así sea por satélite.