Los pros y los contras de dormir con nuestras mascotas

Hay de todo, se sabe. Hay a quienes les gusta que las mascotas suban a la cama para dormir, y existen aquellos que no lo prefieren, por las razones que sean. Así es la cuestión y es tan vieja como las discusiones maritales o como el deseo de un político honesto.
En algunos países se conocen cifras sobre la cantidad de gente de un lado y del otro de la grieta. Así, por ejemplo, en España, el 14% de los perros y el 33% de los gatos duermen en las camas de sus dueños.
En tanto, en Estados Unidos, el 56% de personas con mascotas las deja dormir en la habitación y el 50% de los perros duermen en la cama, según los datos recogidos por los Centros de Control y Prevención de enfermedades.
Y así sigue: en el Reino Unido un 16% de las mascotas duermen en el dormitorio y un 14% en las camas de sus dueños. En los Países Bajos el 42% de los perros y el 62% de los gatos pueden subirse a las camas de sus dueños y un 18% y un 30% respectivamente duerme con ellos.
Las razones para la aprobación o el rechazo son muchas y variadas. Aunque las más repetida tienen que ver con el descanso, la higiene y la salud.
Pero, ¿qué dice la ciencia sobre eso? Veamos:
¿Se descansa igual?
Según un reciente y pequeño estudio llevado a cabo por expertos de la Clínica Mayo aquellas personas que no quieren dejar subir a los mejores amigos del hombre a la cama podrían estar en lo cierto y al parecer tampoco es la mejor idea que duerman en la misma habitación.
El equipo de investigadores -formado por neumonólogos, psicólogos y estadistas- analizaron los hábitos de 40 adultos sanos sin trastornos de sueño que tenían la costumbre de dormir con sus perros en la cama o en algún lugar de la habitación. El periodo de evaluación duró cinco meses y una de las semanas tanto ellos como sus perros debían llevar unos aparatos para vigilar los hábitos de sueño.
Los resultados demostraron que dormir con perros, sin importar si estaban en la cama o simplemente en la habitación, empeoraba el descanso de las personas y hacía que muchas se levantasen varias veces durante la noche. Una de las cosas que más afectaba era la postura en la que dormía el perro.
Aunque la calidad de sueño resultó ser menor que la de una persona que no duerme con animales en la habitación, los datos no son alarmantes ni motivo para expulsar a nuestras mascotas de la cama. Los resultados explican que las personas que durmieron con los perros en la cama consiguieron un 80% de eficiencia del sueño, aquellos que durmieron con los animales en la habitación un 83%.
Según los expertos una eficiencia normal es aquella que está entre el 85 y 89%, y una vez superado el 90% estaríamos hablando de una sueño muy eficiente.
Otra encuesta anterior, también realizada por la Clínica Mayo, ya apuntaba este problema. En 2002 el director del Centro de Trastornos del Sueño de la Clínica Mayo, John Shepard, publicó los resultados de un cuestionario realizado a 152 pacientes que tenían animales y que les permitían dormir en sus camas. La mitad de ellos aseguraron que sus mascotas les despertaban cada noche, y un 21% de dueños de perros y un 7% de personas con gatos se quejaron de que sus mascotas roncaban.
Desde Australia llegan datos similares. Una investigación llevada a cabo por la CQ University concluyó que las personas que duermen con animales tardan más en dormirse que aquellas que no les permiten dormir en la cama. También apuntan que los ruidos de los perros al ladrar o roncar molestan las horas de descanso de sus dueños.
Sin embargo, no hubo grandes diferencias en cuanto a la cantidad de veces que se despertaban las personas que dejaban pernoctar a sus animales en sus camas frente a las que no los tenían, ni tampoco en la cantidad de horas de sueño ni en lo cansados que estaban al día siguiente.

Fuente: www.diariopanorama.com

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