Ningún país del mundo ofrece la salud y el clima adecuado para los niños

Nadie se libra. Las naciones más pobres son las que menos pueden garantizar la supervivencia y bienestar de los menores. Las más ricas, al ser las más contaminantes, las que ponen en riesgo el futuro de todos ellos, según un estudio que aborda la salud y el cambio climático, y en el que los autores dan la razón a la activista Greta Thunberg cuando afirma que nuestro mundo está incendiándose.
No hay ninguna nación en el mundo que proteja conjuntamente y de un modo adecuado la salud de los niños, el medioambiente y su porvenir, señala un informe publicado por una Comisión que reúne a 40 expertos en salud infantil y juvenil provenientes de alrededor del planeta. El Comité lo convocó la Organización Mundial de la Salud, UNICEF y la prestigiosa publicación científica “The Lancet”.
El informe, titulado A Future for the World’s Children? (¿Un futuro para los niños del mundo?), revela que la salud y el futuro de todos los niños y adolescentes del mundo se encuentran bajo la amenaza inmediata de la degradación ecológica, el cambio climático y las prácticas comerciales nocivas que impulsan a los menores al consumo de comida rápida altamente procesada, las bebidas azucaradas, el alcohol y el tabaco.
“Los países más pobres tienen un largo camino por recorrer para permitir que sus hijos sean saludables, pero los países ricos amenazan el futuro de todos los niños a través las emisiones excesivas de carbono. Este es un tema muy importante, y de hecho, estamos de acuerdo con Greta Thunberg cuando dice que nuestro mundo está en llamas”, dijo Anthony Costello, uno de los autores del informe.
Si, de acuerdo con las proyecciones actuales, el calentamiento global excede los 4°centígrados para el año 2100, este fenómeno tendría consecuencias devastadoras para la salud de los niños, a causa del aumento del nivel de los océanos, las olas de calor, la proliferación de enfermedades como el paludismo y el dengue, y la desnutrición.
“La salud del planeta y la salud de las personas están muy interrelacionadas, y los niños al final del día son los herederos del planeta, pero también su salud hoy está en grave riesgo debido a degradación ambiental”, comenta por su parte Sunita Narain, otra de las expertas del informe.
Narain asegura que, en países como el suyo, la India, existe ya un problema grave de falta de agua y saneamiento, así como de polución del aire, que está matando niños todos los días.
Los pobres del mundo en realidad no emiten nada en comparación con las emisiones per cápita de un europeo.
“Los pobres del mundo en realidad no emiten nada en comparación con las emisiones per cápita de un europeo, alrededor de 6 a 8 toneladas de carbono en un año. En Australia, la situación es simplemente despreciable, no está sincronizado con la realidad del mundo y el planeta no puede permitirse esto”.
La experta dice que este informe debería hacerle “dar vergüenza” a los líderes mundiales de los países ricos.
“Creo que es absolutamente crítico que informes como este resalten la ineficacia de las políticas gubernamentales en lo que respecta al cambio climático con los nombres y las vergüenzas asignadas que esto conlleve. Este informe destaca el hecho de que hay un futuro común entre los niños del mundo pobre y mundo rico y espero que ejerza presión sobre líderes como Donald Trump”.
Narain dice no estar muy optimista con las meras acciones municipales y las “pequeñas lindas cosas” que están sucediendo alrededor del mundo.
“Estamos retrocediendo y simplemente no entendemos la magnitud y la velocidad de la amenaza que nos enfrenta. Los gobiernos están hablando sobre el cero neto de emisiones y el cero neto se está convirtiendo en la opción para no tomar medidas ya. Así que creo que es muy importante que no seamos tan amables con nuestras palabras sobre esto, hay que ser mucho más claros y agudos para decir, necesitamos acción y los Gobiernos nos están fallando y les están fallando a nuestros hijos”.
Los países más desarrollados no son los más saludables
El estudio incluye un nuevo índice mundial -que incluye a 180 países- donde se comparan los resultados de la prosperidad infantil, como la supervivencia y bienestar de los niños, la salud, la educación y la nutrición; con la sostenibilidad, con un indicador aproximado de las emisiones de gases de efecto invernadero, y la equidad o las diferencias de ingresos.
El índice muestra que los niños de Noruega, la República de Corea y los Países Bajos tienen las mejores posibilidades de supervivencia y bienestar, mientras que los niños de la República Centroafricana, Chad, Somalia, Níger y Malí están expuestos a las peores condiciones.
En América Latina los países mejor situados en el índice son Cuba en el puesto 46, Chile en el 53 y Uruguay en el 66. Los peor situados son Haití en el 151, Guatemala en el 128 y Bolivia en el 118.
Sin embargo, cuando los autores consideraron las emisiones de CO2 per cápita, los países punteros quedaron rezagados a los lugares de cola: Noruega clasificó en el puesto 156, la República de Corea en el 166 y los Países Bajos en el 160. Cada uno de los tres emite un 210% más de CO2 per cápita que en sus objetivos previstos para 2030. Estados Unidos, Australia y Arabia Saudita están entre los diez peores emisores.
Uruguay en camino de conseguirlo
De acuerdo con la publicación, los únicos países en camino de alcanzar los objetivos de emisión de CO2 per cápita para el 2030, y que también se desempeñan de un modo aceptable en las medidas de prosperidad de los niños (dentro de los 70 primeros) son: Albania, Armenia, Granada, Jordania, Moldova, Sri Lanka, Túnez, Uruguay y Vietnam.
“Este informe demuestra que los encargados de adoptar medidas a nivel mundial están fallando a los niños y jóvenes con demasiada frecuencia: fallándoles en la protección de su salud, fallándoles en la protección de sus derechos y fallándoles en la protección de su planeta”, dijo el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, el director general de la Organización Mundial de la Salud.
Recomendaciones de la Comisión
Los autores de la Comisión independiente piden un nuevo movimiento mundial impulsado por y para los niños cuyas recomendaciones específicas incluyen:
Detener a la mayor urgencia las emisiones de CO2 para asegurar el futuro de los niños en el planeta
Colocar a los niños y adolescentes en el centro de los esfuerzos para alcanzar un desarrollo sostenible
Establecer nuevas políticas e inversiones multisectoriales destinadas a favorecer la salud y los derechos de los niños
Incluir las opiniones de los niños en las decisiones políticas;
Endurecer las normativas nacionales de prácticas comerciales nocivas, con el apoyo de un nuevo Protocolo Facultativo de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño.

Fuente: https://news.un.org

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