Pez cebra

Clase: Actinopterygii
Orden: Cypriniformes
Familia: Cyprinidae
Género: Danio
Especie: D. rerio
El pez cebra o danio cebrado (Danio rerio o Brachydanio rerio) es un ciprínido emparentado con las carpas y los barbos, originario del sudeste asiático, de uso frecuente en acuarios así como para investigación científica.
Son peces alargados, fusiformes, con una única aleta dorsal, boca dirigida hacia arriba y un par de finas barbillas que son difíciles de ver salvo que el animal este parado. El color de fondo es dorado o plateado, sobre los flancos y longitudinalmente se presentan de 5 a 9 bandas de color azul oscuro que comienzan detrás del opérculo y llegan hasta el final del animal (incluyendo la cola), dándole un aspecto cebrado del que toma el nombre. El opérculo es azulado y la zona ventral de un tono blanquecino rosado. Alcanza 5 cm como talla máxima.
Uso en laboratorios
Es especialmente apreciado por su homología genética con el hombre (compartimos con estos peces más del 80% del genoma) que permite que los resultados obtenidos de los fármacos probados en estos animales sean potencialmente extrapolables al ser humano.
Sus embriones son transparentes, algo que hace posible observar los efectos de estos medicamentos en sus órganos internos en formación.
Otra de las ventajas de este pez es su capacidad reproductiva -la hembra pone hasta 200 huevos-, continua- se reproducen durante todo el año- y rápido desarrollo -sus órganos se forman en sólo 24 horas-, gracias a los cuales se pueden realizar diferentes experimentos en una misma generación de animales, investigar la evolución de las patologías e identificar las causas de las enfermedades investigadas.
Este pez tropical posee también la cualidad de regenerar los órganos que le son parcialmente amputados, lo que amplía las capacidades de investigación en este campo que tiene como horizonte la recuperación de las lesiones medulares.
Pueden criarse de modo tal que los mutantes pueden ser investigados y propagados y es además, el primer vertebrado en el que se ha intentado una mutagénesis intensiva.
Su pequeño tamaño hace fácil su almacenaje, ya que caben hasta un centenar de animales en contenedores de un litro de agua, y su sencillo mantenimiento decantan finalmente a favor del pez cebra las preferencias de los científicos como animal de laboratorio en el siglo XXI.
Los genes del pez cebra son muy dóciles de estudiar ya que los embriones son sensibles a las moléculas antisentido de Morfolino y por tanto, este método puede ser utilizado para analizar si un gen dado es importante para una fusión en particular.

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