Piedras que se mueven solas
Se han observado y estudiado este tipo de huellas en varios sitios, desde el suroeste norteamericano, donde son más numerosas, hasta el Sáhara tunecino. Las trazas que más se han estudiado, debido a su elevado número y longitud, son las de Racetrack Playa, en el Valle de la Muerte de California, Estados Unidos.
Las piedras se mueven solo cada dos o tres años y la mayoría de sus huellas se conservan durante tres o cuatro años. Las piedras con base angulosa dejan trazas estriadas y rectas, mientras las que tienen base lisa dejan marcas divagantes. A veces, las piedras se vuelcan, y ponen en el suelo otra de sus caras que deja un rastro diferente.
Las trazas comúnmente tienen orientaciones y longitudes que difieren de unas a otras. Las piedras que empiezan su trayecto junto a otras, pueden viajar en paralelo hasta que algunas de ellas se desvían según cualquier dirección o, incluso, retrocediendo. Piedras del mismo tamaño pueden dejar trazas de distinta longitud.
Muchas de las llamadas piedras deslizantes provienen de un promontorio de 260 metros de altura situado en el extremo sur de la playa Racetrack formada por dolomías negras en el Parque nacional del Valle de la Muerte. Otras son rocas ígneas intrusivas que derivan de relieves próximos constituidos, fundamentalmente, por sienitas ricas en feldespato. Las trazas miden de 3 a 30 metros de longitud y de 8 a 30 centímetros de anchura. Su profundidad media es 2,5 centímetros. El tamaño medio de las rocas oscila entre 15 y 45 cm.
Se cree que las condiciones necesarias para que las rocas se muevan son:
Una superficie saturada en agua.
Una delgada capa de arcilla.
Fuertes ráfagas de viento como fuerza inicial.
Vientos fuertes sostenidos para mantener a las piedras en movimiento.
Y, en algunas hipótesis, Placas de hielo y Tapices microbianos.FOTO: scott-webb