¿Por qué ladran los perros?

Sin embargo, en ocasiones los ladridos pueden ser demasiados al punto que llegan a molestar a los miembros de la familia e incluso los vecinos, pero ¿por qué ocurre esto?
Las razones de su constante ladrido pueden ser muchas, pero entre las principales se encuentran las siguientes:
Aburrimiento
La mayoría de los perros son muy activos, por lo que cuando están solos en casa todo el día, se aburren y estresan.
A través de sus ladridos, está haciendo un llamado para decir que quiere salir, ejercitarse y así descargar toda su energía.
Siempre procura sacarlo a pasear y dar largas caminatas hasta que ya quiera volver a casa.
Está marcando su territorio
Si el ladrido es más fuerte cuando hay alguien detrás de la puerta, entonces lo hace para proteger la casa de quienes considera extraños. De esta forma estará marcando su territorio.
Cuando la persona es conocida, sólo hay que fomentar que interactúe más con tu amigo para que se acostumbre a su presencia.
Miedo
Cuando los perros sienten miedo, utilizan el ladrido para defenderse de lo que consideren una amenaza.
Esto es más frecuente en los cachorros, ya que están descubriendo el mundo y todo lo que les rodea. Si este es tu caso, debes ser paciente y enseñarle que todo a su alrededor es normal y que debe adaptarse a ello.
Ansiedad por separación
Dejar a los perros solos en casa, les provoca un alto nivel de ansiedad y nerviosismo, por lo que empiezan a ladrar sin control.
Corregir esta conducta no se logra de la noche a la mañana, así que debes tener paciencia y realizar lo siguiente:
Sal de casa sin hacer despedidas dramáticas
Dale a entender que la separación es por poco tiempo
Déjalo con alguien de tu confianza
Cómprale juguetes para que se distraiga
Corrige su comportamiento
Generalmente, los perros dejan de ladrar en poco tiempo, pero en ocasiones pueden durar más, ¿qué hacer en esos casos?
Demuéstrale que ladrar no es bueno
Llena de agua un atomizador y cuando tu fiel amigo comience a ladrar, rocíalo en el hocico hasta que se detenga.
De esta forma asociará su comportamiento con algo malo, por lo que en poco tiempo dejará de hacerlo. Si no funciona, busca su punto débil y utilízalo a tu favor.
Enséñale lo que es correcto
Así como le das un pequeño castigo cuando ladra, dale premios cuando deje de hacerlo.
Puede ser un snack, un juguete o una tierna caricia. Haz las cosas que más le gusten.
Lo que no debes hacer
Aunque te desespere el ruido, jamás lo amenaces, grites o le tapes el hocico para que se detenga, ya que estas acciones sólo aumentarán su nerviosismo. Basta con que digas un firme “no” para que entienda que debe detenerse.

Fuente: http://sumedico.com/

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