Por qué los perros a veces comen hierba

Las mascotas son animales que tienen costumbres y actitudes propias de animales. Muchas de ellas son conocidas, como el dar vueltas o rascar la cama antes de acostarse. Sin embargo, algunas veces nos sorprenden y hasta nos generan preocupación sobre si lo que hacen es normal o si en cambio, debemos preocuparnos. Es el caso de masticar hierba o pasto.
La hierba está presente en la mayoría de los jardines de nuestros hogares. por eso no nos parece una amenaza constante ni mucho menos, que los perros vayan a consumirla. Sin embargo, es lo que sucede cada tanto y entonces nos preguntamos cuáles son los motivos que llevan a nuestras mascotas a hacerlo.
Sobre esta conducta circulan muchos mitos, aunque hay algunas pautas científicas que ayudan a comprender algunos de los motivos que provocan este curioso hecho.
A pesar de ello, ten en cuenta que si esta conducta es repetitiva, deberás consultar con un médico veterinario que pueda determinar las causas y estudiar cómo hacer para evitarlo. Así como también para determinar si se trata de una conducta obsesiva o no. Del mismo modo, tendrás que acudir a un profesional si el animal ingirió hierba con herbicida.
Por otra parte, el sitio especializado en mascotas Experto Animal, indica que el hecho de que los perros mastiquen hierba, es algo normal y por eso, a priori, no debería preocuparnos. Incluso, dicen, pueden aprovechar ciertos nutrientes de esas plantas.
En línea con ese punto, la hierba podría ser atractiva para ellos gracias a su aroma. Por eso, y también por la costumbre de ingerirlo periódicamente, la hierba podría estar más tiempo de lo que creíamos, en la boca de tu mascota.
Asimismo, el pasto o hierba podría servirle a los perros para poder “purgarse de parásitos intestinales”. Es que, siguiendo las declaraciones del sitio antes mencionado, la fibra permite aumentar las contracciones intestinales.
Por último, desmienten un popular mito que indica que los perros comen hierba para poder vomitar. Sin embargo, aclaran, “solo el 8% de los animales estudiados vomitaba”. De manera que esto descarta esos motivos, como así también la posibilidad de que lo hagan como consecuencia del dolor de estómago.