¿Qué son los biocombustibles?

Los biocombustibles son sustancias derivadas de biomasa o materia orgánica. A diferencia de los combustibles como el petróleo, carbón o gas natural que provienen de energía almacenada durante largos períodos en los restos fósiles, los biocombustibles se obtienen de una fuente de energía renovable y su producción es mucho más rápida.
Un biocombustible puede sustituir parcial o totalmente a los compuestos de origen fósil en motores u otros tipos de generación de energía. Entre los cultivos posibles de utilizar para su elaboración podemos encontrar los de alto tenor de carbohidratos (caña de azúcar, maíz, mandioca), las oleaginosas (soja, girasol, palmas) y las esencias forestales (eucalipto, pinos).
Biodiésel, etanol y biogás: ¿cómo se obtienen?
El biodiésel es producido a partir de grasas animales y especies vegetales como soja, girasol, maní, ricino o colza, entre otros. Se crea a partir de un proceso químico denominado transesterificación de los glicéridos, utilizando catalizadores. En países como Brasil o Argentina, la soja es la principal materia prima, aunque el algodón o aceite también son fuentes significativas para la producción de biocombustible. El biodiésel tiene una cantidad de energía similar al diésel de petróleo y puede ser utilizado por cualquier tipo de vehículo diésel (vehículos de transporte, en embarcaciones, naves turísticas y lanchas), solo o en solución como aditivos para mejorar la lubricidad del motor.
El bioetanol, en cambio, es un alcohol que se produce a partir de distintas fuentes vegetales con un procedimiento similar a la cerveza: los almidones son convertidos en azúcares, los azúcares se convierten por fermentación en etanol, el que luego es destilado en su forma final. La caña de azúcar es la que ofrece más ventajas energéticas, aunque también se utiliza el maíz (en algunos casos mezclado con un poco de trigo o cebada) como materia prima. Actualmente Brasil produce etanol de caña de azúcar de 1ª generación; y también de 2ª generación, con el bagazo y la paja de la caña. En tanto en Argentina, se están produciendo actualmente naftas con un corte de 12 por ciento de bioetanol de maíz.
El biogás es un recurso energético limpio y renovable que se produce a partir de la fermentación de la materia orgánica. La materia prima incluye elementos como el excremento animal, la cachaza de la caña de azúcar, los residuales de mataderos, destilerías y fábricas de levadura, la pulpa y la cáscara del café, así como la materia seca vegetal. Este biocombustible permite resolver parcialmente la demanda de energía en zonas rurales, reduciendo la deforestación debida a la tala de árboles para leña y reciclando los desechos del campo. El biogás que se desprende de los tanques o digestores es rico en metano que puede ser empleado para generar energía eléctrica o mecánica mediante su combustión, sea en plantas industriales o para uso doméstico.
En Argentina, según una investigación del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), en último año, se logró reducir un 65% de emisiones de Gases de Efecto Invernadero gracias al uso de biocombustibles y la producción de nafta con corte de bioetanol de maíz. Este informe también calculó que este país remite 29 gramos de dióxido de carbono por megajoule de energía generada, mientras que para la Unión Europea el valor de referencia límite asciende a 84 gramos.

Fuente: http://agmoderna.com.ar

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