Riachuelo: en la Villa 21-24 el 25 % de los niños tienen plomo en sangre

El Riachuelo es un río que todos conocemos y no precisamente por ser un espacio para disfrutar de la naturaleza y sus beneficios, sino justamente lo contrario: porque es uno de los 10 lugares más contaminados del planeta y hace alrededor de 100 años que se tiran desechos. Su extensión es de 64 kilómetros, atraviesa 14 municipios de la provincia de Buenos Aires como así también a la Ciudad y cubre 2.000 kilómetros cuadrados. Es una cuenca que tiene 13000 industrias, de las cuales 6000 de éstos tiran directamente los desechos al río y el resto también contaminan el aire. Cada día el Riachuelo recibe casi 90.000 metros cúbicos de desechos por día de las fábricas instaladas en su orilla. De ese total, 1397 han sido declarados agentes contaminantes.
El agua potable no puede ser un privilegio, tiene que ser un derecho
La población que reside en esta zona son casi 4 de cada 10 personas que no tienen agua potable y más de la mitad no posee cloacas. Además de la falta de servicios esenciales que cualquier persona necesitaría para vivir, las consecuencias de residir cerca del Riachuelo afectan directamente a la salud: cuestiones cardiovasculares, dérmicas, tumores y diarreas generadas por los fuertes olores nauseabundos y por el consumo de agua contaminada, que posee sustancias como nitratos y metales pesados.
Como si fuera poco, la población que queda más expuesta a la contaminación son los niños. El 40% de las enfermedades que los afectan provienen de factores del medio ambiente y recaen sobre menores de 5 años. Dentro de las enfermedades podemos encontrar: plomo en sangre, asma, diarrea, dermatitis, algunos trastornos neurológicos, malformaciones, intoxicaciones, cáncer.
Dentro de las patologías está la contaminación de sangre por plomo siendo 1 de cada 4 niños los afectados. Los efectos del plomo en el cuerpo son potencialmente irreversibles. Por eso, quienes más se enferman son los niños de entre 1 y 6 años, que gatean y juegan en el piso que, muchas veces, es directamente de tierra contaminada. A esta edad el cerebro y el sistema nervioso de los niños son más sensibles a los efectos dañinos del plomo, ya que sus sistemas están en vías de crecimiento. A esto se agrega que a las embarazadas puede causar aborto natural, muerte fetal, parto prematuro y bajo peso al nacer. La degradación ambiental hace sus efectos en la degradación de la vida, recae directamente sobre la población más empobrecida, que no sólo vive en condiciones de precariedad, sino que también convive con enfermedades altamente riesgosas, producto de la constante contaminación de miles de industrias, pertenecientes principalmente a los rubros alimenticio, frigorífico y curtiembres.
Hecha la ley, hecha la trampa
A partir de alta contaminación en el Riachuelo y por el fallo de la Corte Suprema de Justicia en la causa caratulada” Mendoza, Beatriz Silvia y otros c/el Estado Nacional s/daños y perjuicios”, se crea en el año 2006 la Autoridad Cuenca Matanza Riachuelo, ACUMAR. La misma conjuga el trabajo con los tres gobiernos que tienen competencia en el territorio: Nacional, Provincia de Buenos Aires y Ciudad Autónoma de Buenos Aires, es decir pasaron todos los gobiernos y todos los políticos de los partidos tradicionales y ninguno hizo un plan real de saneamiento de la Cuenca. Hacia el año 2004 hubo 17 damnificados que, promovieron demanda contra los poderes constituidos y contra 44 empresas.
Esto demuestra que los plazos propuestos no fueron alcanzados, a la vez que los miles de personas que viven en la cuenca permanecen expuestos a la alta contaminación. Mientras las empresas arrojan los residuos al río, son miles las familias que día a día empeoran sus condiciones de vida, ya sea por el suelo, el aire y el agua contaminados.
Desde el Frente de Izquierda-Unidad venimos denunciando estas políticas del nefasto negocio de las empresas que tiran sus desechos, y la responsabilidad de los distintos gobiernos que ahogaron el presupuesto al saneamiento del riachuelo y las condiciones de vida que le queda a los vecinos afectados por esta desidia.
Miles de jóvenes en Argentina y en el mundo se están movilizando contra la contaminación, que es una advertencia a Monsanto y su glifosato que mata, a la Barrick Gold y su minería contaminante, a la Chevron y su fracking en vaca muerta, a las industrias y curtiembres que envenenan y llenan de plomo la sangre de nuestros niños. El capitalismo está destruyendo el planeta, sobran motivos para sumarse a este movimiento.

Fuente: www.laizquierdadiario.com

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