Un satélite de la NASA detectó cuándo se emite más dióxido de carbono
Los resultados de cinco estudios se basan en los datos recogidos por el satélite Orbiting Carbon Observatory-2 –también conocido como OCO-2-, que fue lanzando por la agencia aeroespacial estadounidense en 2014.
El objetivo de este programa es examinar la circulación y evolución en la atmósfera del CO2 producido por la combustión de energías fósiles.
“Estos datos revelan un cambio sorprendente en el ciclo de carbono en el hemisferio norte según las estaciones, con un claro aumento del CO2 en la atmósfera en primavera (boreal) procedente de la vegetación terrestre”, apunta uno de los estudios.
“Durante el invierno (boreal), la producción de CO2 procedente de las plantas es mínima, mientras que la descomposición de los vegetales alimenta la producción de CO2 cuando las temperaturas suben”, precisan los investigadores.
“Esto, combinado con las continuas emisiones de la combustión del carbono y los hidrocarburos por encima (del territorio) de China, Europa y Estados Unidos, explica que las tasas estacionales de CO2 alcancen los niveles más altos en abril en el hemisferio norte”, puntualizan.
Con el avance de la primavera y la llegada del verano, las plantas comienzan a absorber de nuevo más CO2.
Otro de los estudios determinó que la corriente cálida de El Niño, que aparece periódicamente, desencadenó recientemente emisiones de CO2 más importantes en los trópicos que en años anteriores.
De esta forma, en 2015 El Niño “provocó la emisión de cerca de 2.500 millones de toneladas de carbono más en la atmósfera que en 2011”.
Los científicos afirman que este cambio se explica principalmente por una disminución de las precipitaciones en Sudamérica y un aumento de las temperaturas en África, un fenómeno que debería ir a peor de aquí a final de siglo con el calentamiento global.
En Asia tropical, el aumento estacional de emisiones de CO2 es consecuencia sobre todo de la combustión de la biomasa.