Venus pudo ser un planeta habitable, y científicos revelan por qué dejó de serlo
Los estudios realizados por diversos astrofísicos sobre Venus revelan que se trata de un planeta con una presión atmosférica 93 veces superior a la terrestre, y una atmósfera tóxica con nubes de ácido sulfúrico, sin mencionar las temperaturas de cientos de grados Fahrenheit.
Sin embargo, las condiciones no siempre fueron así, e incluso Venus pudo ser un planeta habitable, según revela un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Bangor, en Reino Unido, la Universidad de Washington y la NASA.
El equipo, liderado por el oceanógrafo Mattias Green, cree que el culpable del cambio en las condiciones de Venus fue su propio océano, el cual prácticamente asfixió a este planeta.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores realizaron pruebas geológicas, respaldadas por simulaciones de modelos computarizados, en las que se revela que hace miles de millones de años las temperaturas eran más frías en Venus.
Los análisis indican que el planeta pudo tener océanos de agua, una atmósfera más liviana y menos agresiva, y quizá hasta pudo albergar vida, pero algo ocurrió.
Según explica Green en un comunicado, Venus gira en sentido inverso a la Tierra y a la mayor parte de planetas del Sistema Solar.
Además, su periodo de rotación es extremadamente lento, pues mientras la Tierra tarda en dar una vuelta completa un poco menos de 24 horas,Venus tarda 243 días terrestres en completar una sola vuelta sobre sí mismo.
Aunque no siempre fue así, ya que hace millones de años el periodo de rotación de Venus era parecido al de los demás planetas, pero de acuerdo al nuevo estudio, las mareas en un océano venusiano habrían sido lo suficientemente grandes como para disminuir la velocidad de rotación.
Los investigadores calcularon la fuerza ejercida por los océanos de Venus y su índice de disipación a medida que el planeta iba frenándose cada vez más. El resultado de sus simulaciones estima que el planeta frenó su rotación a un índice de unos 72 días cada millón de años.
Esto sugiere que el freno de marea podría haber ralentizado a Venus a su estado de rotación actual en un periodo entre 10 y 50 millones de años y, por lo tanto, evitó que sea habitable.