Ante los días calurosos, ¿Cómo proteger a nuestras mascotas?

Los perros son igual de sensibles que los humanos a la deshidratación y a los golpes de calor. Sin embargo, tienen una dificultad añadida para regular su temperatura corporal: carecen de la capacidad de los humanos para transpirar. Por este motivo, hay que tener especial cuidado cuando los grados suben. Conozcamos a continuación algunas medidas necesarias para proteger a nuestros perros del calor.
La rapidez es fundamental para salvar la vida del perro cuya temperatura llega a 43ºC. Hay que bajar cuanto antes el calor corporal y, para ello, hay que colocarle en un lugar fresco, mojarle con agua fría, ponerle hielo en la cabeza y en el abdomen y ofrecerle agua para que beba, poco a poco.
En esta situación extrema, “se puede empapar al perro con alcohol porque, al evaporarse con rapidez, ayuda a que la temperatura corporal descienda más rápido”, describe Juan Antonio Aguado, veterinario de la clínica Montepríncipe de Madrid.
Para evitar las consecuencias del calor en nuestras mascotas, conviene:
No salir a hacer ejercicio o a pasear con el perro durante las horas del día de más calor.
Procurar que el perro tenga siempre agua limpia y fresca a su disposición, durante todo el año, aunque no haga calor. Un perro puede sobrevivir a la falta de alimentos, pero si pierde más del 12% del agua de su cuerpo, puede morir. Si el perro bebe mucho, incluso más de lo normal, no ocurre nada, porque la eliminará fácilmente. Solo hay que restringir el agua en caso de que el perro vomite mucho.
Si se nota que el perro tiene mucho calor, refrescarle el cuerpo y la cabeza con agua.
El aire acondicionado también es adecuado para los perros. Si se tiene posibilidad de tenerlo, el perro también lo agradecerá.
Recortar el pelaje si es muy largo, pero no dejarlo muy corto, ya que el pelo protege al perro tanto del frío como del calor. Cuando el animal cuenta con un “subpelo” (capa de pelo adicional), tiene mejor protegida su piel de las inclemencias climatológicas. Es el caso de las razas caninas nórdicas, como el Spitz o el Husky Siberiano, aunque estos perros lo pasan muy mal con el calor, ya que su morfología y pelaje están preparados para soportar mejor el frío que el calor.

Fuente: CAROLINA PINEDO - http://www.consumer.es

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