Arrecife paradisiaco de Belice en peligro por el petróleo
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) repudió la intención de Belice de iniciar una exploración de petróleo en una zona considerada Patrimonio Mundial de arrecifes en el mar Caribe.
“Nuestro arrecife es un motor para el desarrollo económico a largo plazo en Belice. Más de la mitad de la población en Belice (alrededor de 190.000 personas) dependen de los ingresos generados por el turismo y pesquerías”, dijo la científica de WWF para Belice, Nadia Bood, en un comunicado enviado a la AFP en Guatemala.
“El petróleo pondría el arrecife en riesgo, pero aún no es tarde para revertir esta decisión, antes de que el daño inicie”, afirmó.
Según WWF, el gobierno beliceño anunció este martes que el jueves iniciarán las pruebas de exploración de petróleo en el mar Caribe, a solo un kilómetro del Sistema de la Reserva de Barrera Arrecifal de ese país.
“Los conservacionistas advierten que las pruebas sísmicas para la detección de depósitos de petróleo implican alta peligrosidad para la vida marina que aun no ha sido evaluada”, agrega la declaración.
Las pruebas sísmicas incluyen el uso de pistolas de aire para disparar ondas de choque a través del agua para penetrar el suelo marino, lo cual puede causar sordera en delfines y ballenas, así como distorsionar los patrones migratorios, advirtió WWF.
El Fondo de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) también ha catalogado como un “peligro” la exploración petrolera en esa zona, asegura la nota de prensa.
Además, un derrame de petróleo en cualquier parte de las aguas de Belice podría ser “catastrófico” para los habitantes que dependen de los ecosistemas costeros y marinos.
A finales del año pasado, Belice se comprometió a prohibir la exploración de petróleo en sus costas, donde se ubica el arrecife más grande del hemisferio norte, pero aún no ha plasmado esta prohibición en una ley.
Las aguas del país son hábitat para 1.400 tipos de plantas y animales, incluyendo tortugas marinas, mantarrayas, tiburones y delfines, que tienen alta sensibilidad al ruido submarino.