Cinco productos de uso diario que están dañando tu salud y el planeta
Este producto no es el único que tiene efectos adversos en el planeta y en las personas, como expone la BBC, con una lista de ingredientes y alimentos de uso diario que sorprenderán por cómo afectan.
Píldoras anticonceptivas
Se trata de un producto que, lejos de seguir destruyendo el planeta, lo detendría ya que su función principal es la de no traer más seres humanos al mundo. Pero un estudio ha demostrado un inconveniente.
La autora del mismo, Lina Nikoleris, descubrió que una de las hormonas que tiene este medicamento está cambiando la genética y el comportamiento de los peces, como el salmón o la trucha.
«Investigaciones previas han demostrado que los peces también desarrollan problemas para procrear», afirmó Nikoleris. «Puede traer la desaparición completa de toda una población de peces», concluyó.
Piñas
La llamada «reina de las frutas» se cultiva a un ritmo muy acelerado. Tanto es así que en algunas partes del mundo se están talando miles de hectáreas de bosques para hacerle espacio a las piñas.
Este producto, para su producción, requiere de una gran cantidad de pesticidas, perjudiciales para la salud de las personas y para el propio medio ambiente.
Champús
Muchas personas pueden ser conscientes de la presencia del aceite de palma en productos comestibles como el chocolate, la margarina, el helado, el pan o las galletas, pero pueden desconocer su papel en productos para el hogar.
Se trata de un aceite vegetal muy eficiente y versátil, pero su uso generalizado ha dado lugar a una importante deforestación. En el uso diario, puede encontrarse en forma de acondicionador, pintalabios, detergentes de lavar, jabón de manos o, incluso, pasta de dientes.
Ambientadores
La mala calidad del aire en los hogares, provocada por productos cotidianos del hogar como los ambientadores, es la más preocupante. Este producto contiene, en muchas ocasiones, una sustancia química —limoneno— que se utiliza para dar olor a cítricos y se usa en los alimentos.
La exposición frecuente puede contribuir a aumentar la incidencia de enfermedades como el asma, entre otras.