¿Cuál es el planeta más frío?
Ese planeta es Neptuno. Quizá por eso no es sorprendente que, en el imaginario colectivo, se encuentre entre los planetas menos conocidos. Lo cierto es que tardamos mucho tiempo en saber de su existencia. Tanto es así, que supimos que estaba ahí gracias a las matemáticas.
En realidad, Galileo fue el primero en observar a Neptuno, pero no lo reconoció como tal. Lo confundió con una estrella porque cuando lo observó (en diciembre de 1.612) Neptuno se encontraba casi estacionario en el cielo.
Neptuno es un gigante helado (que es una subclasificación de los planetas gigantes) que contiene una densa mezcla de agua, amoníaco y metano congelado bajo su atmósfera. Con un diámetro de 49.528 kilómetros, es el planeta gigante más pequeño del Sistema Solar. Este planeta tiene la particularidad de ser el que posee el año más largo, debido a que es el astro que más lejos del Sol está.
A pesar de la gran distancia que lo separa del Sol (de media se encuentra a 4.500 millones de kilómetros de distancia) y del poco calor que recibe de nuestra estrella, los vientos de Neptuno pueden llegar a alcanzar los 2.400 km/h. Son los vientos más rápidos que se hayan podido detectar en el Sistema Solar, y resultan un tanto difíciles de explicar si nos ceñimos sólo a la atmósfera.