Descubren en el Pacífico una enorme masa de agua caliente que se dirige a Sudamérica

Al este de Nueva Zelanda, en el océano Pacífico, las imágenes satelitales revelaron una enorme masa de agua con temperaturas muy superiores a la media que, además, se está desplazando hacia Sudamérica.
El agua es de cinco grados “más cálida que el promedio para la latitud y la época del año” dijo James Renwick, profesor y director de la Facultad de Geografía, Medio Ambiente y Ciencias de la Tierra de la Universidad de Victoria en Wellington, Nueva Zelanda, según la CNN. Una variación enorme y poco común que es detectable desde el espacio.
Durante la última semana, la zona central de esta gran bolsa de agua registra temperaturas muy altas, sorprendentes. Los expertos recuerdan que este tipo de fenómenos se repite con relativa frecuencia pero en muy pocos casos se alcanzaron temperaturas tan elevadas como la actual.
De hecho, el agua aparece como una gran mancha roja en un mapa satelital creado por Climate Reanalyzer (operado por el Climate Change Institute de la Universidad de Maine) y muestra que en estos momentos es el área oceánica más grande de la Tierra con una anomalía cálida tan grande. Ocupa un millón de kilómetros cuadrados, cubriendo un área más grande que el estado de Texas, Estados Unidos, por ejemplo.
El Instituto Nacional de Investigaciones del Agua y la Atmósfera de Nueva Zelanda (Niwa) recordó que en noviembre se batió el récord histórico de temperaturas altas en este país y que a mediados de diciembre, después de unos días de normalidad térmica, los termómetros volvieron a subir en buena parte de las islas. También en las aguas próximas se observaron condiciones similares.
Según el diario “New Zealand Herald”, la mancha comenzó a formarse en octubre, y se disparó coincidiendo con una reciente ola de calor en Australia. Así, esta zona habría recibido una gran insolación que, mezclada con la falta de viento del oeste, habría favorecido su formación. No está clara la profundidad que alcanza esta “mancha” de agua cálida, pero según Renwick, no bajaría más de dos docenas de metros.
Estas olas de calor oceánicas tienen fuertes impactos en la vida marina, con el blanqueamiento masivo de corales, pérdidas de bosques marinos y muertes a gran escala de otros invertebrados.

Fuente: Clarín.com - ABC

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