Dylan a la Casa Rosada: cómo afectan las mudanzas a los perros
Los perros suelen ser muy adaptables pero, al igual que nosotros, también pueden sufrir los cambios y el estrés de una mudanza.
Para que tu mascota no sufra tanto el cambio de hogar, los veterinarios recomiendan una serie de pasos a seguir antes, durante y después de la mudanza.
Antes de la mudanza
Es importante que el perro tenga una placa que lo identifique ya que, si llegara a escaparse, los vecinos del nuevo barrio podrán reconocerlo.
Otra buena idea es, de ser posible, pasear con tu mascota por la nueva zona para que de a poco él pueda ir reconociéndola. También hay que intentar mantener sus horarios para no cambiar su rutina al cien por ciento.
Finalmente, es importante no lavar su cama ya que a través de su olfato podrá tener el recuerdo de “algo viejo” para sentirse seguro.
Durante la mudanza
Es fundamental dejarlo al margen. Es decir, no llevarlo en cada viaje que se haga al nuevo hogar sino mudarlo de una única vez. En caso de ser posible, no hay que dejarlo solo sino con algún familiar con quien ya tenga confianza.
Después de la mudanza
Otra de las cuestiones a tener en cuenta es no dejarlo solo al llegar para que no se ponga nervioso. También asignarle desde el principio cuáles son los lugares a los que puede y los que no puede acceder.
Finalmente, se le pueden dejar golosinas y juguetes escondidos por la casa para que se entretenga jugando con los “tesoros descubiertos”.