El Acuerdo Climático entrará en vigor el 4 de Noviembre
“El 5 de octubre de 2016, el umbral para la entrada en vigor del acuerdo de París ha sido alcanzado”, anunció en su sitio en internet la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático (CMNUCC).
Los 72 países que ratificaron el pacto representan más del 56% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
Los países europeos que ya ratificaron el acuerdo a nivel nacional “entregaron los instrumentos de ratificación a la ONU”, indicó a la AFP la ministra de Medio Ambiente francesa, Segolene Royal.
Se trata de Francia, Alemania, Hungría, Austria, Portugal, Eslovaquia y Malta.
El histórico acuerdo mundial contra el cambio climático, que unió por primera vez en esa lucha a países ricos con los que se encuentran en desarrollo, fue aprobado en diciembre de 2015 por 195 países al término de una conferencia en París.
Sienta las bases para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y, más importante aún, para empezar a soñar con un mundo sin combustibles fósiles.
Plantea a la vez retos y grandes oportunidades para los que apuesten por las energías limpias.
El texto vincula la suerte de las grandes potencias emisoras de gases de efecto invernadero, como Estados Unidos y China, a la de las pequeñas islas del Pacífico amenazadas por la subida del nivel de los océanos.
Los países industrializados, responsables históricos del problema, deben ayudar financieramente a los países en desarrollo.
Las potencias emergentes que lo deseen podrán añadirse también, pero de forma voluntaria, como de hecho ya ha empezado a hacerlo China.
Todos los países se comprometen a controlar mutuamente sus planes de reducción de emisiones (INDC), con revisiones quinquenales a partir de 2023.
El objetivo es que esas emisiones, principales responsables del calentamiento del planeta hasta niveles récord, dejen de aumentar “lo antes posible” y luego se reduzcan “rápidamente”, aunque sin fijar porcentajes ni plazos, como querían los países más resueltos.
Para la segunda mitad del siglo, queda el objetivo aún más ambicioso: lograr un equilibrio total entre las emisiones de gases de efecto invernadero y las acciones para contrarrestarlas.
El texto propone limitar el aumento de la temperatura del planeta “muy por debajo de 2ºC con respecto a los niveles preindustriales”, y “seguir esforzándose por limitar el aumento de la temperatura a 1,5ºC”.
Eso satisface tanto a los países emergentes, que no quieren comprometer su desarrollo económico, como a los países más vulnerables a los desastres meteorológicos.
Los países en desarrollo recibirán 100.000 millones de dólares “como mínimo” a partir de 2020, una cifra que sería revisada “a más tardar” en 2025.
El gran escollo en los últimos años ha sido la exigencia de los países ricos de que las potencias emergentes que más contaminan, como China, también contribuyan.
El acuerdo de París especifica que los países desarrollados “deberán proporcionar” ayuda a sus socios en desarrollo, y alienta a “otras partes a que presten o sigan prestando ese apoyo de manera voluntaria”.
Francia transmitirá la presidencia de la COP a Marruecos a partir del 7 de noviembre.