El cambio climático amenaza al sagrado Ganges

Hoy a los fieles les preocupa que el poderoso Ganges, esencial para la religión, la cultura y la economía de millones de indios, pueda reducirse en el futuro a un escaso goteo.
“Nunca he visto que el río transporte tan poca agua”, lamenta Gauri Pandey, un zapatero devoto que participa en este ritual desde hace 45 años. “He visto a gente atravesando el río hasta la otra orilla. El nivel del agua estaba por debajo de la cintura. Algunos dicen que, si esta tendencia continúa, hay posibilidades de que el Ganges se seque en los próximos 30 años”, cuenta.
Las predicciones y la información sobre los niveles de agua varían, pero el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) ha incluido al Ganges, con 2.520 kilómetros de largo, entre los ríos más amenazados del mundo. Científicos y ecologistas han señalado con el dedo el aumento de las temperaturas y el retroceso de los glaciares.
El agua bendita se origina en el glaciar Gangotri, que se encuentra a más de 5.000 metros sobre el nivel del mar, en el lado indio del nevado Himalaya, y proporciona el 70 por ciento del agua del río. Pero ahora se está reduciendo a un ritmo de 22 metros por año, casi el doble que hace 20 años. “El glaciar se ha reducido casi 40 kilómetros en 50.000 años”, dice Milap Chand Sharma, principal glaciólogo del país y profesor de la Universidad Jawaharlal Nehru de Nueva Delhi.
Añade que los científicos estiman que el cambio climático, consecuencia de la actividad humana, ha provocado una reducción más rápida. Las nevadas invernales, que mantienen el glaciar, han ido disminuyendo y afectando a la cantidad de agua que fluye al río anualmente.
Mahesh Sharma, periodista que asiste a las oraciones vespertinas en el río, ha visitado los glaciares más de 50 veces en las últimas tres décadas y ha observado los efectos con sus propios ojos. “La nieve ha disminuido”, dice, añadiendo que incluso a 5.000 metros, en el origen del Ganges, “no tienes ganas de llevar ropa muy abrigada”.
El Ganges solía fluir aquí también, pero ahora el lecho del río está expuesto y seco.
El Ganges no sólo es fundamental para la vida espiritual de la India, sino que también abastece a 500 millones de personas con agua potable y agua para la agricultura.
Ocho estados de la India ya se enfrentan a sequías. Y de acuerdo con el Instituto Internacional para la Gestión del Agua (IWMI, en sus siglas en inglés), el crecimiento de la industria y de la población implicará un aumento del 32 por ciento en la demanda nacional de agua para el año 2050.
La contaminación, y no el cambio climático, es una prioridad
Pero el hundimiento de los niveles de agua no es el único problema al que se enfrenta el río. Cuando el agua sale de las montañas es cristalina. Pero a medida que fluye a través del vasto paisaje y de las ciudades emergentes hacia el mar, se vuelve más sucio. Finalmente, al llegar a la bahía de Bengala el agua no es más que una sopa sucia.
Las aguas residuales, junto con los desperdicios agrícolas e industriales, han convertido al Ganges en el segundo río más sucio del mundo, detrás del Citarum indonesio. Y eso ya está afectando a la salud humana.
Las infecciones gastrointestinales están muy extendidas y el tifus se ha diseminado. Según la Organización Mundial de la Salud, en 2012 más de 115.000 personas murieron en la India a causa de cuestiones relacionadas con el agua y el saneamiento. Asimismo, un estudio del Programa Nacional de Registros del Cáncer informó sobre una mayor incidencia de cáncer entre quienes viven a lo largo de la ribera del río.

Fuente: Jasvinder Sehgal - http://www.dw.com/

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