El gran poder del olfato de los perros

Los sentidos de los perros son muy agudos. Y entre los que más se destacan, primero está el olfato: pueden oler cosas que los humanos seríamos incapaces de detectar. Es por ello que logran descubrir y encontrar objetos ante los cuales quedamos asombrados. Y claro, es que poseen hasta 220 millones de células olfativas, mientras que nosotros tenemos tan sólo 5 millones.
Los perros utilizan el olfato para saber si viene alguien, reconocer a los enemigos o depredadores, orientarse y hasta para comunicarse con sus compañeros, entablando un lazo, pero aún no se logró saber qué transmiten. Esto es posible mediante un órgano que posee el can en la base de la nariz, llamado Jacobson, y que les avisa cuando una perra está en celo. No es casualidad que los machos rodeen a una hembra de repente, ya lo saben.
A su vez, como son el mejor amigo del hombre, estos cuadrúpedos permitieron que su condición para olfatear bacterias sea utilizada para el beneficio de la sociedad. Por este motivo es que los apicultores se sirven de ellos para detectar infecciones en sus colmenas. También, como es de público conocimiento, se utiliza a los perros en la búsqueda de cuerpos desaparecidos, muertos y droga. El can puede detectar todo tipo de sustancia y así se convirtieron en “empleados” de la Policía y también de los científicos, puesto que son capaces de detectar el cáncer de vejiga cuando se realizan estudios en laboratorio.
Claro que este potente olfato no es el mismo en todas las razas. El pastor alemán es uno de los más elegidos para todo tipo de tarea debido a que huele hasta moléculas que pueden pasar, por ejemplo, por la suela de los zapatos. Los bomberos, por su parte, suelen adoptar al cocker spaniel inglés y al beagle, como también al labrador retriever y al springer spaniel inglés.
Instintivo y adaptativo. Por Sergio Gómez (veterinario)
Los perros, al igual que los gatos, cuando nacen el primer sentido que desarrollan es el olfato. Es así que, por medio de este, encuentran las mamas de su mamá para alimentarse. Se puede decir que hay dos tipos de olfato: el instintivo, que nace con el perro, está codificado en los genes y nadie se lo enseña; y el adaptativo o funcional, que es el que le podemos enseñar nosotros por medio del aprendizaje. De esta última forma, con adiestramiento, uno le puede mostrar distintos olores y el can los reconocerá. Esto se debe a que sus células olfativas tienen la capacidad de discriminar cada olor, esta información viaja al cerebro para ser decodificada y el animal sabe a quién pertenece ese olor, si se trata de una presa o si simplemente es su olor. Para que pueda utilizar tranquilamente su sentido, la nariz del perro tiene que estar siempre húmeda y sin moco. De lo contrario, llevalo al veterinario.

Fuente: www.lmneuquen.com

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