El mundo perdió 3% del área forestal en 25 años
Entre 1990 y 2015, “el mundo perdió más de 129 millones de hectáreas, más de 3% de su área forestal. A pesar de los esfuerzos por proteger los bosques, los hábitats naturales y la diversidad biológica, los impactos de la actividad humana en el medio ambiente continúan afectando a las comunidades más pobres del mundo, y la deforestación, la desertificación y la pérdida de biodiversidad están planteando grandes desafíos”, agregó la publicación del BM.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 15 procura “proteger, restaurar y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, manejar los bosques de manera sostenible, luchar contra la desertificación, y detener e invertir la degradación de las tierras y frenar la pérdida de la diversidad biológica”.
El informe reveló que “aunque algunas regiones han aumentado constantemente su cobertura forestal, América Latina y el Caribe ha perdido 97 millones de hectáreas desde 1990, y África al sur del Sahara ha perdido 83 millones de hectáreas. Más del 16 % del bosque amazónico original de Brasil ha desaparecido, y el índice actual de pérdida es de 2 millones de hectáreas anuales”.
El estudio del BM es pesimista respecto al futuro debido a que “las presiones en los bosques continuarán en la medida que la población del mundo aumenta, la urbanización se produce de manera más rápida y sube la demanda de alimentos, fibra, energía y minerales”.
Por otra parte, el BM aseguró que “la degradación del suelo afecta al 52% de la tierra agrícola”, en tanto “la tierra cultivable se pierde a una tasa histórica de 30 a 35 veces”.
El BM aseguró que “la sequía y la desertificación han provocado pérdidas de 12 millones de hectáreas, en las cuales se podrían haber cultivado 20 millones de toneladas de cereales, y han provocado el aumento de la pobreza entre las comunidades ya vulnerables. La degradación en las tierras secas está causando la desertificación de 3.600 millones de hectáreas. La degradación y la desaparición simultánea de la cubierta vegetal también conducen a una pérdida en la productividad primaria neta, la tasa en la cual la vegetación fija el dióxido de carbono de la atmósfera”.