El ser humano ya ha dañado las tres cuartas partes del planeta

Las ciudades, la pesca intensiva, los tendidos eléctricos y los ferrocarriles, las minas y los campos agrícolas; todo eso ha producido, sobre todo desde la industrialización, un importante impacto en el medio ambiente, una marca a veces irreversible que también ha tenido su repercusión en la extinción de innumerables especies y en la desaparición de paisajes: ese daño es la llamada huella humana.
Pero junto al ideal del progreso ha surgido la certeza de que es necesario proteger el medio ambiente, y esto ha ido transformando poco a poco la forma y la extensión de la huella humana. Según un estudio que se publicó este martes en «Nature Communications», se puede decir que, si bien es cierto que el impacto generado por el ser humano es global, las zonas alteradas abarcan el 75 por ciento de la superficie de tierra en el planeta, en los últimos años los daños han crecido mucho menos que la economía o que el tamaño de la población.
«Es alentador. Quiere decir que estamos haciéndonos más eficientes en la forma de usar los recursos naturales», dijo Oscar Venter, investigador de la Universidad de la Columbia Británica Septrentional, Canadá, y director del estudio.
Hizo su afirmación después de llevar a cabo una ambiciosa investigación en la que los científicos han trazado un detallado mapa mundial de la huella humana. Después de considerar datos ya publicados sobre distintos tipos de influencias humanas en el medio ambiente (carreteras, zonas urbanizadas, suelos destinados a agricultura y pasto, contaminación lumínica y densidad de población), dibujaron un complejo panorama sobre el estado de salud de la naturaleza en todo el globo.
Gracias a esto constataron que entre 1992 y 2009 la huella humana creció de una forma muy importante: en un nueve por ciento. Pero que, a pesar de todo, este incremento estuvo muy por debajo del crecimiento económico global, que fue del 153 por ciento, y también por debajo del aumento de la población, que fue del 23 por ciento, ambos en el mismo periodo.
«Es importante que nuestros impactos ambientales no sigan la misma trayectoria que el desarollo económico o el aumento de población», ha explicado Venter a ABC. «Sobre todo porque las proyecciones hablan de enormes crecimientos demográficos y económicos en el futuro».
A pesar de este apunte optimista, en el presente el panorama es desolador. Tal como recogen el estudio de «Nature Communications», las tres cuartas partes del planeta están ya «significativamente alteradas». Además, el 97 por ciento de los lugares más ricos en especies han sido «seriamente alterados». Solo la tundra, las regiones circumpolares, y los desiertos del Sáhara, Gobi y Australia, junto a las zonas más remotas del Amazonas y el Congo, están libres de presiones.

Fuente: http://www.abc.es/ GONZALO LÓPEZ SÁNCHEZ

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