“En la región somos países endeudados, pero también somos acreedores ambientales porque todo el planeta se beneficia de nuestros ecosistemas”
El ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Juan Cabandié, participó —de manera virtual— de un encuentro de alto nivel en la quinta sesión de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNEA-5, por su sigla en inglés) que tuvo lugar en Nairobi, Kenia. En esta oportunidad, el lema de trabajo del diálogo de líderes sobre la construcción de la dimensión ambiental del desarrollo sostenible fue “Fortalecer la acción por la naturaleza para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.
Durante su intervención, Cabandié afirmó: “Las consecuencias del cambio climático afectan a la sociedad global y sobre todo a los países en desarrollo, a las sociedades más vulnerables. Es por eso que consideramos que es un buen momento para discutir un nuevo paradigma, donde podamos construir una sociedad sobre la base de un nuevo pacto social, económico y ambiental para no repetir los errores del pasado, y poder cuidar la salud de nuestro planeta”.
En este mismo sentido, el ministro señaló: “Nuestro país ha puesto la agenda ambiental en el centro de las prioridades de nuestras políticas públicas. Es por eso que hemos presentado una nueva contribución ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que tiene un 26 % mayor de ambición a la última contribución presentada por Argentina en 2016”.
Asimismo, explicó las acciones que la cartera ambiental nacional lleva a cabo para preservar los bosques nativos: “Triplicamos el presupuesto que le hemos otorgado a cada una de las provincias de nuestro país federal para la preservación de nuestras cuencas forestales. También hemos conseguido una donación de 82 millones de dólares del Fondo Verde para el Clima para los próximos seis años”. Además, reflexionó: “Los países de la región latinoamericana somos países endeudados, pero también somos acreedores ambientales, porque todo el planeta se beneficia de las bondades de nuestros ecosistemas”.
De esta manera, el titular de la cartera de Ambiente nacional pidió a los países desarrollados que ocupan un lugar destacado en los organismos de crédito internacional que “cuando otorguen un crédito, esa línea de crédito sea para la economía real y sostenible”.
“Es necesario discutir los medios de implementación, cómo se van a distribuir entre los países más pobres y en vías de desarrollo para tener un mundo más justo y mejor”, finalizó el funcionario.
La Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente es el máximo órgano universal de toma de decisiones en materia ambiental del sistema de Naciones Unidas. Durante esta Asamblea se convoca a las máximas autoridades ambientales de sus 193 Estados miembros, además de líderes del sector privado, la sociedad civil y medios de comunicación. Se reúne cada dos años con el fin de establecer prioridades de trabajo y desarrollar el diseño de las políticas ambientales globales.
Las sesiones de UNEA previas han convocado a un gran número de ministros y representantes de organismos internacionales, ONG, referentes ambientales, entre otros. Debido a la pandemia por COVID-19, en esta oportunidad la Asamblea se realizó por primera vez de manera virtual, ofreciendo una oportunidad de intervención a las y los principales líderes ambientales en una sesión de alto nivel.
En esta quinta edición, las y los líderes mundiales se reunieron para debatir sobre el papel de la naturaleza en los esfuerzos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La sesión ofreció un espacio clave para hacer un balance de los últimos desarrollos en políticas y acciones ambientales, y para impulsar transformaciones reales con el fin de abordar la crisis climática.
Durante el encuentro, los Estados miembros y las partes interesadas compartieron enfoques exitosos y soluciones basadas en la naturaleza que contribuyan al logro de la Agenda 2030, particularmente en campos como la erradicación de la pobreza y la promoción de patrones sostenibles de consumo y producción.