En Mar del Plata, quieren condenar con cárcel a quienes tiren basura en la calle
El municipio de General Pueyrredón, cuya ciudad cabecera es Mar del Plata, insistió esta semana en sancionar a quienes arrojen residuos en la vía pública, incluso con cárcel.
La iniciativa ya había sido planteada en 2016 por el intendente Carlos Arroyo, quien este lunes visitó distintas zonas de la ciudad llenas de basura.
En la recorrida, lo acompañaron el titular del Ente Municipal de Servicios Urbanos (EMSUR), Eduardo Leitao, quien señaló que el objetivo de la propuesta es “sancionar de alguna manera a quienes están formando basurales, micro y macro, por toda la ciudad”.
“Esto es un tema cultural, pero tenemos que decirles que nos ayuden a solucionar este problema. Para eso, hay que ver la interpretación del articulado de alguna ley de medio ambiente”, sostuvo el funcionario a radio Cadena 3.
Para Leitao, los basurales “afectan la salud de la población”, cuya “piedra fundamental es la higiene”.
Además, explicó que las sanciones apuntan “fundamentalmente a camiones o camionetas de alta cilindrada, 4×4, que lamentablemente, sin ninguna responsabilidad, tiran residuos domiciliarios y patógenos”.
“El intendente quiere aplicarles algún tipo de ley o normativa, incluso si tienen que ir algunos días presos”, detalló.
El jefe comunal Arroyo había adelantado la propuesta en octubre de 2016, cuando aseguró que iba a detener a quienes arrojen basura en lugares no permitidos.
“Si ven a algún desaprensivo tirando basura, hagan la denuncia, porque yo ya me he movido para generar policías de civil que van a comenzar a detener a la persona que produzca contaminación del medio ambiente”, dijo en aquel entonces.
“La ley hasta el último punto, con todo el rigor. Lo aviso y lo aclaro, estoy harto de ver basura tirada, esto se tiene que acabar porque estamos matando nuestras posibilidades de futuro, no hay ningún derecho de que esto ocurra”, agregó.
Desde la oposición ya hubo voces en contra de la medida, ya que temen que el municipio cometa abuso policial en las calles sin ningún tipo de control ciudadano, con la excusa de perseguir una contravención.