Equinoterapia: un vínculo con animales que ayuda a sanar
“A nivel emocional les sube la estima, les da más seguridad y pueden enfrentar la vida de otra manera”, señala Mariela Wetzel, kinesióloga.
El contacto con los animales ayuda a mejorar la calidad de vida. Está demostrado en la experiencia que realiza la Fundación San Jorge, del Chaco, que brinda rehabilitación ecuestre a pacientes con diferentes diagnósticos. Actualmente atienden a 320 personas, entre niños y adultos, que asisten al lugar para rehabilitarse y disfrutar de la experiencia afectiva que posibilita el vínculo cercano con caballos, de la mano de un grupo de profesionales que los guían en estas terapias. La ministra Carolina Stanley y la primera dama, Juliana Awada, recorrieron ayer el lugar y compartieron la mañana con quienes estaban realizando sus terapias.
Llegan al lugar, ubicado en Fontana, una ciudad cercana a Resistencia, personas con discapacidad, autismo, con síndrome de Down, psicosis, problemas de conducta y de motricidad. También atienden a quienes tienen parálisis cerebral o sufrieron un accidente cerebrovascular. A través de un sistema de becas, el Ministerio de Desarrollo Social apoya las iniciativas de este lugar, que también es reconocido por el Ministerio de Salud.
En la experiencia de este centro ecuestre, la equinoterapia ayuda en la rehabilitación física y emocional de los pacientes. “Hoy vimos cómo se prepara un caballo para la terapia. Lo buscamos, lo llevamos a tomar agua y a través del manoseo, la caricia y el cepillado vemos si está en condiciones de trabajar ese día”, señala Paola Villalba, educadora del centro.
Mariela Wetzel, kinesióloga, señala: “Mayormente la población que trabajamos son niños con problemas motores. El caballo tiene una temperatura mayor a la del humano, de entre 38 y 40 grados. Ese calor se transmite al niño, por eso mejora las retracciones musculares y la espasticidad”. Entre los beneficios, Wetzel detalla: “A nivel emocional les sube la estima, les da más seguridad y pueden enfrentar la vida de otra manera”.
Las terapias que se brindan allí son totalmente gratuitas y a través del ministerio se gestionan becas de capacitación laboral. “Este lugar es mágico, es especial para tantos chicos, que pueden desarrollarse, crecer, sentir otro tipo de vida a través de esa posibilidad concreta del contacto con caballos y con perros”, señaló la ministra Carolina Stanley.
Con el acompañamiento de los terapeutas, el paciente se coloca sentado o acostado sobre el lomo del caballo. Las vibraciones que transmite al caminar tienen efecto sobre el cuerpo de la persona. Estas terapias se realizan con animales especialmente entrenados y la supervisión de los profesionales que dirigen los ejercicios.