Ignorar los beneficios de los ecosistemas es la principal causa de las zoonosis

El cambio climático global, la sobrepoblación, la deforestación, la intensificación agrícola y la expansión de las redes de carreteras son los principales factores que conducen a la propagación generalizada de las infecciones zoonóticas en todo el mundo. Según un estudio publicado en Environmental Science and Policy, el mayor riesgo epidemiológico proviene de la zona de los bosques tropicales, que se degradan sistemáticamente debido a actividades antropogénicas y no pueden proporcionar servicios ecosistémicos para la regulación de las zoonosis.
Contexto
Las zoonosis son enfermedades infecciosas, cuyos agentes causales se transmiten a los humanos desde los animales. Además de la COVID-19, en los últimos años las personas han experimentado brotes de una serie de infecciones zoonóticas: gripe aviar y porcina, virus Zika, síndrome respiratorio del Medio Oriente, entre otros. Al menos el 65% de todos los patógenos detectados después de 1980 fueron identificados por especialistas como infecciones virales zoonóticas.
A pesar que los humanos y su ganado representamos aproximadamente el 96% de la biomasa de mamíferos del mundo, el 91% de las infecciones zoonóticas se transmiten a los humanos a partir de animales salvajes. Esto sugiere la necesidad de tener en cuenta los servicios del ecosistema que manejan los brotes de infecciones en la naturaleza.
Los ecologistas creen que ignorar el papel de los ecosistemas en el control de las epidemias­­­­ es una de las principales razones de la amplia propagación de nuevas infecciones que aparecen, a pesar del desarrollo generalizado de la medicina y la mejora de las condiciones de trabajo.
El estudio
Ahora, un equipo de científicos dirigidos por Mark Everard, de la Universidad de Inglaterra Occidental, describió la interacción entre la sociedad y el medio ambiente en el contexto de las infecciones zoonóticas utilizando la estructura DPSIR, que implica determinar los impulsores, los puntos de presión, las medidas gubernamentales, los impactos en los ecosistemas y su respuesta a los mismos.
Los investigadores identificaron a la superpoblación, la intensificación de la agricultura, el crecimiento de las áreas urbanas y la homogeneización biótica como los impulsores más importantes para el desarrollo de epidemias. Este última es la invasión de especies biológicas en el contexto de una disminución en la biodiversidad de las especies locales, lo que lleva a una disminución en la diversidad genética, taxonómica y funcional de los hábitats.
Los autores señalaron a la deforestación, el uso de antibióticos en la agricultura, el comercio ilegal de animales salvajes, el agotamiento de los recursos de agua dulce y el cambio climático global como puntos críticos en los que se ejerce la mayor presión sobre el medio ambiente.
Los científicos señalaron la necesidad de una regulación estatal e internacional de los “mercados húmedos”, así como el desarrollo de redes de carreteras: son estos objetos los que se convierten en el lugar de contactos directos de personas y portadores de infecciones. Además, la expansión de carreteras y tierras agrícolas conduce a la degradación de los ecosistemas y la destrucción de zonas de amortiguamiento que pueden limitar la propagación de infecciones.
Los autores también advirtieron sobre los posibles problemas que los políticos pueden encontrar al desarrollar acuerdos internacionales: el bienestar de miles de personas en Asia y África depende del comercio de carne de animales salvajes, y percibirán la prohibición de esta actividad como “imperialismo cultural” impuesta por una sociedad con otras necesidades. Esto puede conducir a la aparición de mercados ilegales, cuya regulación internacional será imposible.
La zona de los bosques tropicales será especialmente importante para la lucha contra las zoonosis: desempeña un papel importante en el mantenimiento de la biodiversidad y la regulación climática y está sistemáticamente expuesta a todos los factores de desarrollo epidémico enumerados por los autores.
El cambio climático
Los científicos enfatizaron la importancia de unir esfuerzos para mitigar los efectos del cambio climático: es el factor más importante para mejorar la propagación de las infecciones zoonóticas. El calentamiento conduce a un aumento en la duración de las estaciones epidemiológicamente peligrosas, un aumento en el potencial de transferencia de patógenos por insectos y una mejor supervivencia de los microorganismos patógenos en el medio ambiente.
El estudio señala que, a pesar de la existencia de documentos internacionales que mencionan la importancia de los servicios de los ecosistemas para el manejo de epidemias (por ejemplo, “Evaluación de los ecosistemas del milenio”, pocos países pueden presumir de tener su propio marco legal y regulatorio en esta área.
Sin embargo, los documentos internacionales no son ni siquiera consultivos, sino exclusivamente de naturaleza esclarecedora, por lo tanto, no hacen una contribución adecuada a la gestión de riesgos globales. Los científicos depositan sus esperanzas en el concepto STEEP (social, tecnológico, ambiental, económico y político), cuya introducción ayudará a las personas de todo el mundo a reducir los riesgos globales de las zoonosis.
La falta de contabilidad sistemática de los servicios del ecosistema conduce no solo a la propagación de zoonosis, sino también a otros desastres ambientales. Por lo tanto, los incendios devastadores en Australia están asociados con los servicios ecosistémicos infravalorados de los bosques locales protegidos y su reemplazo parcial con plantaciones artificiales para las necesidades de la industria forestal.

Fuente: Victor Román - Esta noticia ha sido publicada originalmente en la revista N+1, ciencia que suma: www.nmas1.org

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *