Inventaron un celular para perros: el DogPhone
El acelerado avance de la tecnología en las últimas décadas ofreció a los seres humanos herramientas para realizar tareas que previamente hubiesen resultado imposibles. Ahora, ¿Qué sucede cuando ofrecemos este mismo poder a nuestras mascotas? Una investigadora de la Universidad de Glasgow buscó responder esta pregunta con su increíble invención: el DogPhone.
Traducido como el “perrófono”, este dispositivo permitirá a los perros domésticos comunicarse con sus dueños a largas distancias. La Dra. Ilyena Hirskyj-Douglas, especialista en interacción animal-computadora en la Facultad de Ciencias de la Computación de la universidad, buscó con su invento que las mascotas puedan mejorar su vida y su bienestar al tener un mayor control sobre sus necesidades y la manera en que las comunican al resto, particularmente a sus amos.
DogPhone es un dispositivo en forma de una pelota, equipado con un acelerómetro. Cuando un perro lo levanta y lo sacude, el acelerómetro detecta el movimiento e inicia una videollamada en una computadora portátil instalada en la casa. Esto le permite al perro ver e interactuar con su dueño cuando lo desee. El propietario también puede realizar la llamada en el dispositivo y el perro puede optar por responderla o ignorarla.
“Los perros han sido entrenados para responder llamadas, pero nadie sabe realmente qué haría un perro si tuviera el control de una videollamada. Este dispositivo fue realmente diseñado para darle la vuelta y ver qué haría un perro si tuviera el control del video y de Internet ellos mismos”, explicó Hirskyj-Douglas en un video publicado por la universidad.
Hirskyj-Douglas probó el prototipo con su propia mascota, un labrador de 10 años llamado Zack. Luego de varias demostraciones para que entienda como usarlo, la investigadora le dio el juguete a Zack para que lo opere por 16 días repartidos en un período de tres meses. Si bien Zack hizo algunas llamadas “accidentales” cuando dormía sobre la pelota, varias de las llamadas intencionales involucraban al perro mostrando a su dueño sus juguetes y acercándose a la pantalla, lo que sugiere que quería interactuar con ella.
“Creo que, a partir de este experimento, lo que realmente se me demuestra es que realmente podemos formar tecnología de manera muy diferente para los animales. Los animales pueden ser usuarios activos de la tecnología. Pueden controlar la tecnología. Solo tenemos que cambiar nuestra forma de pensar sobre cómo vemos el futuro de la tecnología canina”, concluyó Hirskyj-Douglas.