La Argentina declaró la emergencia climática y ecológica
Se logró lo que hasta una semana atrás parecía imposible: ayer, mientras se trataba en la sesión la ley de presupuestos mínimos para mitigación del cambio climático, un proyecto que llevaba más de dos años de demoras básicamente por falta de quórum en la comisión de Medio Ambiente, Argentina se convirtió en el primer país de América latina en declarar la emergencia climática y ecológica. Y el cuarto a nivel mundial: hasta ahora Irlanda, Canadá y Francia eran los únicos países que lo habían hecho. En Estados Unidos, fue declarada en 18 ciudades, entre ellas Nueva York y San Francisco, lo mismo que en 17 ciudad de Australia, Catalunia, en España, Napoles, Milán y La Toscana en Italia, así como otras ciudades de Alemania, Suiza, Holanda, Bélgica y Austria.
La idea nació como un proyecto casi utópico de los llamados “pibes de Greta”: reclamarle al Senado que declare la emergencia climática y ecológica, tal como vienen haciendo alrededor de todo el mundo millones de adolescentes que identifican como líder a Greta Thunberg, una estudiante sueca de apenas 16 años, es la líder mundial de este movimiento nativo ambientales que llevan a cabo todos los viernes huelgas estudiantiles y que ya hicieron dos paros mundiales que convocaron a millones de personas a marchar en distintas ciudades para acelerar las acciones contra el cambio climático. La última movilización mundial fue el 24 de mayo y allí nació la iniciativa de que cada movimiento local le reclamara a su gobierno o a su parlamento de declaración de emergencia climática.
El principal argumento es que la evidencia científica más actualizada ha establecido un período crítico de 10 años para realizar cambios estructurales sin precedentes y una necesidad urgente de que todos los sectores de la sociedad se involucren. Los jóvenes argentinos se organizaron en una alianza que nucleó a más de 30 organizaciones ambientales y que se llama Alianza por el Clima: ellos tomaron la posta e iniciaron reuniones en el Senado: primero con los asesores y después con los senadores que integran la Comisión de Medio Ambiente, que preside Pino Solanas. De un proyecto original de más de 15 puntos que incluía un plan de acción, el texto final se redujo a sólo dos párrafos en donde se declaraba la emergencia ambiental.
La declaración no requiere ser aprobada por ambas cámaras, ya que es de carácter simbólico. Sin embargo, según explican los voceros de Alianza por el Clima, es un primer paso fundamental. Y el hecho de ser los primeros en la región, también.
“El Senado argentino ha declarado su profunda preocupación por la emergencia climática y ecológica global, luego de que las organizaciones miembro de Alianza por el Clima presentamos el proyecto de declaración. En un giro inesperado, el senador Fernando Solanas pudo hacer que la cámara tratase el proyecto en la sesión, obteniendo finalmente los votos necesarios para su aprobación”, explica un comunicado de Alianza por el Clima.
Como parte de la resolución, el Senado también exhortó al Poder Ejecutivo a tomar las medidas necesarias para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEIs) del país, a fin de evitar las peores consecuencias del calentamiento global y el cambio climático, cumpliendo con el Acuerdo de París y el último informe de Naciones Unidas, Calentamiento Global de 1,5°C.
“Era hora de que los principales responsables de la toma de decisiones políticas estén a la altura de la ocasión, y en esta oportunidad lo estuvieron. Agradecemos a la Comisión de Ambiente y Desarrollo Sustentable liderada por el senador Solanas, y a todos los senadores y senadoras en el Congreso por comprender la crisis existencial que enfrentamos y por la necesidad de tomar medidas urgentes para resolverla”, concluyó Máximo Mazzocco, presidente de Eco House y miembro de la Alianza por el Clima.
Durante la sesión de ayer, el Senado también aprobó por unanimidad -48 votos- la Ley de Presupuestos Mínimos para la Adaptación y Mitigación del Cambio Climático, una gran deuda en materia ambiental. Esta ley sí requiere que la Cámara de Diputados la apruebe.
Durante los últimos dos años, la Comisión de Ambiente del Senado tuvo muy pocos encuentros: en 2018 se reunieron apenas diez veces: así consta en el libro de actas de la comisión, según pudo comprobar La Nación. Algunos encuentros, duraron en promedio media hora y otros menos: en el primer encuentro del año, fueron 25 minutos donde se designaron las autoridades. En el segundo, se aprobó un dictamen por el que se aceptaban la cesión de tierras del parque Traslasierras, en Córdoba para la creación de un Parque Nacional y con motivo del Día del Agua, se hizo un encuentro con periodistas y especialistas. El tercer encuentro fue para aprobar la creación del Parque Nacional Iberá y el Aconquija. El cuarto se convocó a la Sociedad de Apicultores y a especialistas para hablar sobre cómo proteger la biodiversidad en ambientes cultivados, pero antes de que llegara a la hora el encuentro, para el que vinieron especialistas de otros lugares, se cayó por falta de quorum. El sexto encuentro fue una exposición sobre agroecología, que también se suspendió a los 35 minutos por falta de quorum. El sexto, se convocó a los trabajadores de SENASA despedidos para que expusieran sobre su situación y se suspendió a los 45 minutos porque otra vez no había suficientes senadores presentes. El séptimo ocurrió algo similar: un encuentro sobre “derecho y naturaleza”, que se suspende sin quórum, lo mismo que el octavo encuentro, que se cae a la hora y cuarto. En el noveno, se reunieron 35 minutos pero firmaron un dictamen para la creación del Parque Nacional del Ciervo de los pantanos. Fue el 12 de septiembre y no volvió a haber quórum hasta la última sesión de diciembre, cuando en 45 minutos se aprueba el dictamen para la creación de áreas marinas protegidas.
En 2019, los senadores de la Comisión de Ambiente se reunieron hasta mitad de año, cinco veces. El primer encuentro duró sólo cinco minutos: donde se renovaron las autoridades y se suspendió la sesión. En el segundo encuentro se convocó a los secretarios de ambiente de las provincias para debatir sobre el fondo de enriquecimiento y conservación de bosques nativos. Se habló de distribución de partidas, pero cuando la conversación apuntó al pedido de informes, la sesión se cayó. El 24 de abril, hubo una reunión conjunta con otras comisiones para considerar el proyecto de ley sobre seguridad de presas y embalses y se aprobó un dictamen. También se comenzó a debatir el proyecto de ley de Presupuestos Mínimos, que impulsó Solanas. “Argentina no tiene una ley marco de Cambio Climático, es vergonzoso”, exhortó a sus pares la senadora neuquina, Carmen Crexell, perteneciente a la familia Sapag. Esta declaración consta en la versión taquigráfica de la sesión.
“Este es un proyecto que ya tenía media sanción del Senado y cayó en Diputados, y con el senador Pino Solanas lo volvimos a presentar. Es un déficit que tenemos en la Argentina respecto de otros países de la región, que tienen la ley de cambio climático. Es un proyecto que establece los presupuestos mínimos en relación con la materia, por supuesto, susceptible de reglamentación. Lo que se estable son los objetivos, los principios, y se crea un consejo asesor para planificar o para determinar una política de cambio climático. Creo que es importante que le demos curso, que no sigamos dando vueltas”, dice Crexell en la versión taquigráfica
“El trabajo lleva más de cuatro años en el Congreso y se sigue dilatando. En todo caso, después veremos qué es lo que mandan. Pero son dos años que se viene arrastrando. Es dificilísimo reunir quórum para tratarlo”, apuntó el propio Solanas
“¡Es casi un milagro tener una comisión con quórum! Hoy, justamente, tenemos la oportunidad de tener un quórum de plenario que es dificilísimo, y más en un año electoral. Yo propongo que avancemos en el dictamen. Y si sugieren modificación al dictamen, las tomamos y volvemos a tratarlo en labor parlamentaria”, apunta la senadora. Finalmente se firma el dictamen.