La contaminación en ríos de América Latina crece en 50%

En un reciente informe, el organismo también advirtió que igual situación está ocurriendo en los tramos fluviales de Asia y África, lo cual amenaza la salud de más de 323 millones de personas de los tres continentes, principalmente los más pobres, por enfermedades como el cólera y la fiebre tifoidea.
De acuerdo con el informe de la ONU para el Medio Ambiente, entre 1990 y 2010 la contaminación patógena y la contaminación orgánica aumentaron en más de 50% de los tramos fluviales en los tres continentes, mientras que la contaminación salina aumentó en casi un tercio.
‘El preocupante aumento de la contaminación en las aguas superficiales de Asia, África y América Latina también amenaza con dañar fuentes vitales de alimentos y perjudicar las economías de los continentes’, señaló el PNUMA.
Las principales causas del preocupante aumento de la contaminación de las aguas superficiales en Asia, África y América Latina son el crecimiento demográfico, el aumento de la actividad económica, la expansión e intensificación de la agricultura y la mayor cantidad de aguas residuales no tratadas que se descargan en los ríos y lagos.
Se estima que una grave contaminación patógena –cuyo aumento se debe, principalmente, a la expansión de sistemas de alcantarillado que descargan aguas residuales sin tratamiento a las aguas superficiales– afecta a cerca de una cuarta parte de los tramos fluviales de América Latina, del 10% al 25% de los tramos fluviales de África y hasta la mitad de los tramos en Asia.
‘La cantidad cada vez mayor de aguas residuales que se vierten en nuestras aguas superficiales es muy preocupante. El acceso al agua de calidad es esencial para la salud y el desarrollo humano. Ambos enfrentan riesgos si no logramos detener la contaminación’, señaló Jacqueline McGlade, directora científica de la ONU para el Medio Ambiente.
En algunos países, más de 90% de la población depende de las aguas superficiales como fuente de agua potable.
Cuando se contaminan, estas aguas –que también se utilizan en la preparación de alimentos, el riego de los cultivos y la recreación– representan una grave amenaza para la salud humana. Alrededor de 3.4 millones de personas mueren cada año por enfermedades asociadas con patógenos en el agua, como el cólera, la fiebre tifoidea, la hepatitis infecciosa, la poliomielitis, la criptosporidiosis, la ascariasis y las enfermedades diarreicas.
Muchas de estas enfermedades son causadas por la presencia de desechos humanos en el agua.
ONU Ambiente estima que hasta 25 millones de personas están en riesgo de infección de estas enfermedades en América Latina, 164 millones en África y 134 millones en Asia.
Para la ONU, la solución no es solo construir más alcantarillas, sino tratar las aguas residuales, para lo cual, según la ONU, todavía se está a tiempo para recuperar las fuentes hídricas.

Fuente: Mirta Rodríguez P. - http://laestrella.com.pa/

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