La importancia del aseo de tu mascota

Las caminatas ayudan al animal a gastar energía y socializar. Corre, se refriega en el piso, explora entre las plantas, por lo que al regresar a casa hay que revisar las almohadillas plantares para asegurarse de que no fueron dañadas por algún objeto punzante o cortante o que partículas de plantas o algún otro objeto hayan ingresado a los oídos, para evitarles daños y sufrimiento.
Al igual que los seres humanos, las mascotas necesitan de una higiene adecuada y el baño forma parte de este proceso que se lo debe realizar de acuerdo con la frecuencia recomendada por el veterinario. Pero en el día a día hay que revisarles la nariz, la cavidad bucal, los ojos, las orejas y los genitales, para detectar cualquier cambio sospechoso o lesión.
Limpieza cuidadosa
La veterinaria Carolina Benavides habla de la necesidad de efectuar una limpieza y acicalamiento según el pelaje que tenga la mascota (perro o gato). Si lo tiene largo se debe hacer cada 14 o 21 días, pero si son animales de pelo corto el proceso se lleva a cabo cada mes o mes y medio. El acicalamiento es el cepillado del pelaje, informa.
En cuanto al baño indica que el dueño lo puede efectuar en casa siguiendo las instrucciones del especialista, usando productos veterinarios (champú, jabón…) y teniendo mucho cuidado con los ojos, las orejas y la nariz. El amo debe bañar a su mascota primero desde el cuello hacia abajo y al final mojar la cabeza, la cara y las orejas con un chorro de agua suave para evitar el ingreso brusco del líquido en los conductos y en el ojo.
IMPORTANTE. Seca bien a tu ‘mimado’ y elimina los excesos de jabón, champú y agua de los oídos y los ojos.
Aunque para tener mejores resultados se recomienda llevarlos a las clínicas veterinarias donde los profesionales realizarán una limpieza apropiada de acuerdo con las condiciones y el tipo del pelaje y proceder adecuadamente en caso de que tenga alguna infección.
Posibles afecciones
La veterinaria Benavides indica que si ingresa el agua en el conducto auditivo, se desarrollará una inflamación (otitis), producto de los hongos y las bacterias que proliferan con la humedad, y cuando esto ocurre el can comenzará a sacudir su cabeza. Entonces hay que llevarlo al especialista para que le realice una limpieza correcta y emita la medicación adecuada.
Y si el agua, jabón o shampoo ingresa a los ojos se producirá conjuntivitis, que le producirá picazón y como el animal no es consciente de que no tiene que rascarse o fregarse, lo hará en paredes, alfombras o pisos con el peligro de lastimar las conjuntivas. En esos casos recomienda limpiar los ojos con suero fisiológico. En el caso de que el agua ingrese a la nariz, la mascota la sacará con la tos que esto le producirá. En esta zona es difícil que se produzca algún inconveniente, asegura.

Fuente: http://lahora.com.ec/

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