La lucha contra el cambio climático alcanza su punto de inflexión
La reducción temporal de las emisiones de carbono provocada por las cuarentenas y cierres mundiales de COVID-19 no ha frenado el implacable avance del cambio climático. Las concentraciones de gases de efecto invernadero están en niveles récord y el planeta va camino de un peligroso sobrecalentamiento, según advierte un informe climático de varios preparado por varios organismos de la ONU.
El histórico informe United in Science 2021* afirma que “no hay señales de que volvamos a ser más verdes” ya que, tras un bache temporal en 2020 debido al COVID-19, las emisiones de dióxido de carbono se están acelerando rápidamente, alejándose así de los objetivos fijados por el Acuerdo de París, el gran tratado internacional para evitar el calentamiento global del planeta por encima de los 2 grados centígrados.
“Hemos llegado a un punto de inflexión sobre la necesidad de la acción climática. La alteración de nuestro clima y nuestro planeta ya es peor de lo que pensábamos, y está avanzando más rápido de lo previsto”, subrayó el Secretario General de la ONU en un mensaje de vídeo.
“Este informe muestra lo lejos que estamos del camino”, añadió António Guterres.
Un mundo en peligro
Según los científicos, el aumento de las temperaturas globales ya está provocando fenómenos meteorológicos extremos devastadores en todas las regiones del mundo, con un impacto cada vez mayor en las economías y las sociedades. Por ejemplo, se han perdido miles de millones de horas de trabajo debido al calor excesivo.
“Ahora tenemos cinco veces más desastres meteorológicos registrados que en 1970 y son siete veces más costosos. Incluso los países más desarrollados se han vuelto vulnerables”, dijo el titular de la ONU.
Guterres citó cómo el huracán Ida cortó recientemente el suministro eléctrico a más de un millón de personas en Nueva Orleans, y cómo la ciudad de Nueva York quedó paralizada por unas lluvias sin precedentes que mataron al menos a 50 personas en la región.
“Estos acontecimientos habrían sido imposibles sin el cambio climático provocado por el hombre. Los costosos incendios, las inundaciones y los fenómenos meteorológicos extremos están aumentando en todas partes. Estos cambios son sólo el comienzo de algo peor”, advirtió.
Un futuro sombrío
El informe se hace eco de algunos de los datos y advertencias de los expertos en el último año: la temperatura media mundial de los últimos cinco años ha sido una de las más altas de las que se tiene constancia, y cada vez es más probable que, en los próximos cinco años, las temperaturas superen temporalmente el umbral de una subida por encima de los 1,5 grados de la era preindustrial.
El panorama que pinta United in Science es desolador: incluso si se toman medidas ambiciosas para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero, el nivel del mar seguirá subiendo y amenazará a las islas bajas y a las poblaciones costeras de todo el mundo.
Toda esta cuestión será el asunto central de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021, también conocida como COP26, que se celebrará en la ciudad de Glasgow (Escocia) entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre de 2021. Se espera que esta reunión fundamental marque el rumbo de la acción climática para la próxima década.
“Realmente se nos ha acabado el tiempo. Debemos actuar ahora para evitar más daños irreversibles. La COP26 de noviembre debe marcar ese punto de inflexión. Para entonces, necesitamos que todos los países se comprometan a alcanzar las emisiones netas cero para mediados de este siglo y que presenten estrategias claras y creíbles a largo plazo para conseguirlo”, indicó Guterres.
También subrayó que “debemos conseguir urgentemente un avance en materia de adaptación y resiliencia, para que las comunidades vulnerables puedan gestionar estos riesgos climáticos crecientes (…) Espero que todas estas cuestiones se aborden y resuelvan en la COP26. Nuestro futuro está en juego”.
Por su parte, el profesor Petteri Talas, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial añadió que “a lo largo de la pandemia hemos escuchado que debemos “reconstruir mejor” para situar a la humanidad en una senda más sostenible, y evitar los peores impactos del cambio climático en la sociedad y las economías. Este informe muestra que, hasta ahora, en 2021, no vamos en la dirección correcta”.
Resultados notables
Las concentraciones de los principales gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O), siguieron aumentando en 2020 y el primer semestre de 2021.
Según la Organización Meteorológica Mundial, la reducción del metano atmosférico a corto plazo podría ayudar a cumplir las promesas a las que 193 Estados se comprometieron en el Acuerdo de París. Esta medida no sustituye en cambio la necesidad de una reducción fuerte, rápida y sostenida del CO2 y otros gases de efecto invernadero.
Mientras tanto, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente advierte de que cinco años después de la adopción del Acuerdo de París, la brecha de emisiones (la diferencia entre las emisiones reales y las que según la ciencia deberían ser en 2030) es más grande que nunca.
Aunque el creciente número de países que se comprometen con objetivos de emisiones netas es alentador, para que sigan siendo factibles y creíbles, estos objetivos deben reflejarse urgentemente en las políticas a corto plazo y en acciones significativamente más ambiciosas, destaca la agencia de la ONU.
Un futuro más cálido
El informe explica que es probable que la temperatura media anual del planeta sea al menos 1 grado centígrado más cálida que los niveles preindustriales (definidos como la media entre los años 1850-1900) en cada uno de los próximos cinco años y es muy probable que se sitúe en el rango de 0,9 a 1,8 grados.
También hay un 40% de posibilidades de que la temperatura media en uno de los próximos cinco años sea al menos 1,5 grados mayor que los niveles preindustriales. Sin embargo, es muy poco probable que la temperatura media quinquenal de 2021-2025 supere ese umbral.
El informe también advierte que las regiones de alta latitud y el área del Sahel probablemente serán más húmedas en los próximos cinco años.
El aumento del nivel del mar es inevitable
El nivel del mar en el mundo aumentó 20 centímetros entre 1900 y 2018, y a un ritmo acelerado entre 2006 y 2018.
Incluso si se reducen las emisiones para limitar el calentamiento a bastante menos de 2 grados centígrados, el nivel medio del mar a nivel mundial probablemente aumentará entre 0,3 y 0,6 m para 2100 y podría subir entre 0,3 y 3,1 m para 2300.
La adaptación a esta subida será esencial, especialmente en las costas bajas, las islas pequeñas, los deltas y las ciudades costeras, explica la Organización Meteorológica Mundial.
La salud del mundo también está en peligro
La Organización Mundial de la Salud advierte por su parte de que el aumento de las temperaturas está relacionado con un incremento de la mortalidad relacionada con el calor y el deterioro del trabajo, con un exceso de 103.000 millones de horas de trabajo perdidas en todo el mundo en 2019 en comparación con las perdidas en 2000.
Además, las infecciones COVID-19 y los riesgos climáticos como las olas de calor, los incendios forestales y la mala calidad del aire, se combinan para amenazar la salud humana en todo el mundo, poniendo en especial riesgo a las poblaciones vulnerables.
Según la agencia sanitaria de la ONU, los esfuerzos de recuperación del COVID-19 deben alinearse con las estrategias nacionales sobre el cambio climático y la calidad del aire para reducir los riesgos de los peligros climáticos en cascada y obtener co-beneficios para la salud.