La planta solar flotante más grande del planeta

El paso de tierra al agua se debe a que Japón ya no tiene el suficiente terreno para contener a una planta de energía solar de estas magnitudes, por lo que se comenzó a pensar en términos de superficie acuática, para aprovechar el espacio que ofrece el país.
Luego del desastre medioambiental de Fukushima en el año 2011, Japón comenzó a esforzarse para tratar de generar energía renovable, y no depender tanto como ahora de la nuclear y de combustibles fósiles. Ya se han realizado otros proyectos, pero el de Yamakura es hasta este momento el más ambicioso de todos, debido a su gran escala y proporciones inmensas.
Kyocera Corporation y Century Tokyo Leasing Corporation se unen para financiar un proyecto que continuará revolucionando a Japón y al mundo entero. Construirán la planta de energía solar flotante más grande del planeta de 13,7 megawatts en la represa Yamakura, que está a cargo de la Prefectura de Chiba para los servicios de aguas industriales.
La construcción ya comenzó en diciembre del 2015, y se espera que esté finalizada para el 31 de marzo del año 2018. La planta contendrá 51 mil módulos de Kyocera instalados sobre una superficie acuática de 180 mil metros cuadrados sobre el agua.
Debido a la escasez de terrenos para construir plantas solares de tal tamaño, Kyocera comenzó a desarrollar proyectos sobre el agua desde el 2014, lo que utiliza la gran cantidad de superficie acuática de Japón. De esta manera, la empresa está empezando a generar tecnología para construir, operar y mantener esta flota de energía renovable.
La planta, que se anticipó que será la más grande del planeta, alimentará a casi 5 mil hogares cuando esté completa en el año 2018. Sin embargo, en comparación con otras plantas construidas sobre tierra, sigue siendo relativamente chica. Cuando esté terminada, esta construcción ni llegaría a estar entre las 100 plantas de mayor tamaño del mundo.
Pero esto de ninguna manera minimiza la grandeza de este proyecto, que fue una idea muy inteligente de aprovechar el agua cuando no hay tierra disponible -por lo menos no en las proporciones necesarias. Los paneles y el agua tienen una relación de retroalimentación: por un lado, estos módulos solares reducen la evaporación, y evita que se acumule flora marítima a su alrededor, como las algas. Por otro lado, el H2O hace que se produzca un enfriamiento que luego se convierte en electricidad.

Fuente: APFDigital

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