Las especies que más ahorran energía tienen más chance de sobrevivir

La teoría evolutiva tradicional dice que las especies con mayores probabilidades de sobrevivir son aquellas “más aptas”. Usualmente esa palabra se entiende como alguna ventaja evolutiva como ser rápidas, poder trepar y saltar entre árboles, o nadar largas distancias. Es más, un par de pulgares se considera la ventaja evolutiva por excelencia.
Sin embargo, hay una ventaja que, según biólogos evolutivos de la Universidad de Kansas, no ha sido tenido en cuenta y podría ser clave para descifrar quienes más chance de sobrevivir: la pereza. Dicho de otro modo, la capacidad de realizar los procesos básicos de supervivencia con la menor cantidad de energía posible.
Los investigadores estudiaron 299 especies de moluscos que han vivido y se han extinto en el océano Atlántico en los últimos cinco millones de años. Cuando computaron los datos disponibles sobre estos animales, se dieron cuenta que un alto gasto metabólico fue la característica que permitió predecir qué especie sería la próxima en extinguirse.
El estudio, publicado en Proceedings of the Royal Society B, calculó las tazas metabólicas de reposo de cada una de las especies de caracoles de mar, babosas de mar, mejillones y vieiras. Este número indica la cantidad de energía que necesitaba cada uno de ellos para mantenerse vivo.
“Encontramos una diferencia real entre las especies que ya se extinguieron y las que sobreviven”, dijo. Y es que, tras cruzar los datos de la taza metabólica de reposo con la probabilidad de extinción, se dieron cuenta de que el uso de energía de las 179 especies extintas era significativamente mayor al de aquellas que todavía existen sobre el planeta.
Pero, ¿a qué puede deberse esto? Según los investigadores, el hecho de que una especie sea “más perezosa”, quiere decir que sus organismos necesitan menos energía y alimento para sobrevivir. Así, en épocas de escasez, son las más aptas.
No obstante, este fenómeno no es necesariamente cierto para todas las especies. De hecho, los científicos indican en su documento que este tipo de análisis funciona para especies que están confinadas en espacios pequeños. El impacto de las tazas metabólicas varía si se trata de especies en un área mayor.
Bruce Lieberman, quien también codirigió el estudio, le dijo a The Guardian que “este resultado no necesariamente indica que las personas perezosas son las más aptas, porque en nuestra especie, muchas veces son esas personas las que consumen la mayor cantidad de recursos”.
“La pereza de la humanidad, de hecho, es tal vez nuestro mayor obstáculo a la hora de implementar los cambios necesarios para garantizar nuestra propia supervivencia en este planeta”, añadió.

Fuente: ElEspectador.com

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