Lo que debes saber de los gatos
1. ¿Por qué los gatos siempre caen parados?
Un perro probablemente también intente hacerlo, pero la diferencia está en la flexibilidad de su columna y en la capacidad de girar sobre su eje, que les sirve para tomar postura y amortiguar el impacto.
2. ¿Es cierto que por los colores de su pelaje se puede saber si es macho o hembra?
Pueden tener máximo tres colores, y es verdad que esta combinación pertenece sólo a las hembras –como las gatas Torties (negro+anaranjado) y las Calico (blanco+negro+anaranjado)– aunque existe una alteración genética en los cromosomas que puede generar un macho con esas características, pero será infértil.
3. ¿Cuántas horas de sueño necesitan realmente? y ¿Por qué?
Duermen, en promedio, el 75% del día, es decir entre 15 a 17 horas. Sin embargo, los patrones de sueño se pueden ver alterados por situaciones puntuales, como el celo (donde dormirán menos horas), la llegada de un nuevo gato o incluso un cambio de casa. La razón para dormir tanto se explica evolutivamente, ya que en la naturaleza un gato estaría despierto o en movimiento básicamente para tres actividades: comer, cazar y defender un territorio y, para no gastar más energía, el resto del tiempo lo pasan durmiendo. A excepción de los cachorros, que pasan gran parte de su tiempo de vigilia jugando.
4. ¿Cómo se explica su fascinación por las cajas?
Se puede atribuir al efecto madriguera que les proporciona; sienten protección y, como son flexibles, se acomodan en cajas aunque sean increíblemente pequeñas. Esta conducta se da casi con cualquier objeto o lugar que les brinde seguridad.
5. ¿Engordan cuando se les castra o esteriliza?
Esta cirugía se asocia a la falta de ejercicio, por eso se recomienda que luego de la operación no deje la actividad física, ya que también implica un cambio en su metabolismo. Es importante darle la cantidad de comida que corresponde según su peso, no más. Un gato que pasó de estar en la naturaleza al sofá, transformará el exceso de comida en grasa.
6. ¿Por qué piden alimento aunque les quede en el plato?
El gato come básicamente por olfato. Si uno le da toda la comida en la mañana, parte de lo que quede en el plato al final del día estará sin olor, entonces, al agregar más va a comer ya que asumirá que está fresco. Por eso se recomienda dividir la ración diaria de alimento en tres o más y si quedara en el plato, hay que guardarlo en el envase para que nuevamente se impregne con el aroma. Es importante advertir que no todos los maullidos son sinónimos de comida, puede significar quiere atención y si le dan alimento, va a comer igual, pero va a seguir quejándose.
7. ¿Por qué toman agua de la llave aunque tengan en un recipiente?
Al ver que el agua corre o se mueve asumen que está fresca. El agua en un plato se entibia con más facilidad y el felino concluirá que está añeja. También se explica porque algunos gatos al ver su reflejo en un plato de acero no beben. Para estos casos hay fuentes bebederas con bombas que mantienen el agua filtrada y en movimiento, y platos de cerámica que hacen que se mantenga más fresca.
8. ¿Por qué se habla de agosto como mes de los gatos?
En esa época se sale de un invierno frío y lluvioso, la temperatura aumenta y eso hace que tanto hembras como machos se activen sexualmente y se inicie el periodo de celos.
9. ¿Por qué comen pasto si son carnívoros?
Parte importante de esta ingesta es para aumentar la fibra en su dieta y tener un mejor tránsito. Mascar ramas y plantas fibrosas también ayudaría a mantener una mejor salud dental. Para los gatos indoor existen kit de semillas y sustratos que permiten en pocos días tener pasto comestible que también ayuda al enriquecimiento ambiental.
10. ¿Por qué lamen a los humanos?
El lamido o acicalamiento es una conducta normal entre felinos y no sólo demuestra afecto, sino que confianza y amistad. Ellos retribuyen nuestros cuidados con ronroneo, cabezazos y, en algunos casos, con lamidos. Sí se debe saber diferenciar un gato afectuoso de uno que, por ejemplo, chupe incluso nuestra ropa, ya que puede tratarse de algún problema conductual que, en casos extremos, hay que manejar.