Los cuatro olores que detecta un perro rescatista bajo los escombros tras un terremoto
A cuatro días del terrible terremoto de 7,1 que sacudió México y provocó la muerte de más de 300 personas, los perros de rescate siguen trabajando contrarreloj. Su intervención es fundamental para detectar posibles víctimas que aún permanezcan bajo los escombros.
Entre los perros que se encuentran trabajando están Frida, que ya salvó a más de 50 personas. Y Oporto, un pastor belga de las Fuerzas Armadas mexicanas. Un periodista del diario El Universal lo acompaño en una recorrida que realizó por los barrios más afectados durante el sismo.
La nariz es su instrumento clave, pero hay en particular cuatro olores que están entrenados a detectar, entre una gran paleta olfativa. Uno alude a la persona que aún está viva y es el olor propio que se desprende en situaciones límite a través de la transpiración. Los otros tres hacen a la tarea de identificar restos: son los olores a una persona ahogada, a hueso quemado y a putrefeccación.
Cuando detectan alguno de esos cuatro olores, los perros se paran en el lugar del que se desprende y llaman la atención de sus guías ladrando y rascando el suelo con sus patas.
Mayormente las razas que se utilizan para rescate son pastor belga y alemán, labrador y golden retriever.