Los océanos pueden reducir un 21% la huella de carbono mundial
Las grandes masas de agua pueden ser clave en la lucha contra el cambio climático, igual o más que la masa de superficie arbolada. Así lo ha destacado un estudio presentado en la Cumbre sobre la Acción Climática en el que se ha indicado que los océanos podrían reducir hasta un 21% la huella de carbono mundial de aquí a 2050, una cifra que podría contrarrestar las emisiones anuales de todas las centrales eléctricas de combustión de carbón existentes en todo el mundo.
“Nuestra salud y prosperidad futuras se encuentran estrechamente vinculadas al estado de los océanos”, ha manifestado la copresidenta del Panel de Alto Nivel para una Economía Oceánica Sostenible y Primera Ministra de Noruega, Erna Solberg.
Según el informe, ese objetivo de reducción se podrá alcanzar si se apuesta por la energía renovable basada en los océanos, que podría ahorrar hasta 5,4 gigatoneladas de CO2 anualmente hasta 2050, equivalente de retirar más de 1.000 millones de vehículos de las carreteras al año.
Asimismo, la investigación ha considerado que descarbonizar el transporte marítimo nacional e internacional de pasajeros y mercancías podría suponer un ahorro de 1,8 gigatoneladas de dióxido de carbono para el 2050. Una medida que se podría combinar con el aumento de la protección y recuperación de los ecosistemas de “carbono azul”, como manglares, praderas marinas y marismas, capaces de ahorra hasta una gigatonelada.
En este sentido, la directora ejecutiva de Global Maritime Forum ha advertido que la reducción de las emisiones procedentes del transporte marítimo solo será posible con la introducción de combustibles sin carbono, por lo que ha instado a dar el primer paso para eliminarlos.
El informe, elaborado por el Grupo de Expertos del Panel de Alto Nivel para una Economía Oceánica Sostenible, un grupo de 14 jefes de Gobierno, entre los que figuran los de Portugal, México o Noruega, ha supuesto el primer análisis cuantitativo integral de la historia sobre el papel que las soluciones basadas en los océanos pueden desempeñar en la lucha contra el cambio climático, así como la antesala del Informe Especial sobre el Océano y la Criosfera en un Clima Cambiante que presentará el IPCC esta semana.
“El informe indica una vía nueva y apasionante hacia un futuro bajo en carbono y resiliente al clima, ya que muestra que la acción climático-oceánica, acompañada por recortes en las emisiones de origen terrestre, podría servir de balón de oxígeno a las economías, las fuentes de alimentos, las comunidades costeras y la vida marina, que se están en la primera línea de la disrupción climática”, ha señalado Erna Solberg.
En respuesta al informe, el Enviado Especial del Secretario General de la ONU para el Océano, Peter Thomson, ha manifestado que el mundo ya cuenta con las tecnologías necesarias para poner en marcha soluciones climáticas basadas en el océano: “Para ser fiel al Acuerdo Climático de París y para mantener el calentamiento a 1,5°C, instamos a que todos los Estados incluyan soluciones climáticas basadas en los océanos en sus Contribuciones Determinadas a nivel Nacional (CDN) el próximo año”, ha recordado.
Alimentos marinos
El informe, por otro lado, ha apuntado a los alimentos con altas fuentes de proteínas que proceden del océano, como mariscos y algas, como base para alimentar a la población mundial de modo saludable y sostenible, al tiempo que atenúan las emisiones resultantes de la producción de alimentos de origen terrestre.
De hecho, países como Palaos, miembro del Grupo de Expertos, ya están llevando a cabo esta estrategia de forma fructífera, de acuerdo con su presidente Tommy Remengesau: “Somos el testimonio de cómo el océano y el clima se encuentran vinculados de forma indisoluble y nos conectan a todos”.