Los perros de la realeza británica

Los collies de la reina Victoria
Victoria, la tatarabuela de Isabel II tenía debilidad por esta raza, y se tiene registro de tres de ellos, Sharp (que tuvo desde 1864 a 1879), Noble (de 1872 a 1887) y Roy (en 1898). Se dice que estos perritos fueron sus compañeros desde que enviudó en 1861 y hasta su muerte en 1901. De los tres, Sharp era su favorito. Este y Noble la acompañaban hasta en sus viajes y Roy tenía fama por su mal carácter.
Los terriers del rey Eduardo VII
El más famoso se llamaba Caesar. Para Eduardo VII, hijo mayor de Victoria era especial, pues se lo regalaron por su coronación en 1902, poco después de que había fallecido su mascota anterior, Jack, un fox terrier, en un accidente. Las crónicas cuentan que Caesar se ganó el corazón del rey. Cuando Eduardo murió, su terrier caminó detrás de su cortejo fúnebre.
Los cinco perritos del rey Jorge V
El abuelo de Isabel fue amante de los perros y a diferencia de sus ancestros no tuvo uno favorito por alguna razón en especial sino varios. Entre ellos hubo un pug, un collie llamado Heather y algunos terriers.
Jorge VI, el rey que introdujo los corgis
Si la actual reina tiene debilidad por los corgis es en parte gracias a su papá, el rey Jorge VI. A inicios de los años 30 del siglo pasado compró el primero, así que no es de extrañar que sus hijas Isabel y Margarita, entonces muy pequeñas, se familiarizaran con ellos. Jorge VI tuvo una pequeña manada de ocho perritos en la que además de los corgis (entre los que tenía como preferida a la primera que compró, llamada Dooki) había terriers y labradores.
Isabel II, fiel a una raza
Definitivamente sabemos cuál es la raza favorita de la actual reina y por qué. Y aquí a los que hay que destacar son a dos corgis. La primera se llamaba Susan, una perrita que le regaló su papá cuando Isabel II cumplió 18 años y que vivió con ella durante 15, hasta que murió en 1959. Susan acompañó a la entonces princesa a su viaje de luna de miel con Felipe, su esposo. Se cuenta que esta mascota era celosa y llegó a morder a algunas personas que se acercaron “de más” a Isabel. Aunque aún tiene varios, el otro corgi especial es Willow, el último descendiente de Susan y que murió en abril de este año luego de 14 años de vida. Al parecer la pena de la reina fue tan grande que el palacio de Buckingham se negó a hacer comentarios tras la muerte del animalito.

Fuente: blanca.meneses – https://elle.mx/

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