Mantis religiosa
Las hembras de mantis religiosa son conocidas por su desagradable costumbre de canibalizar a sus parejas, a menudo durante el apareamiento, razón por la que los machos tienden a acercarse a sus potenciales compañeras con extrema precaución para no ser devorados antes de la cópula.
Sin embargo, un equipo de científicos neozelandeses de la Universidad de Auckland ha descubierto una especie de mantis sudafricana que ha desarrollado una táctica inusual que no había sido documentada hasta ahora. Resulta que los machos de Miomantis caffra atacan a las hembras y luchan con ellas antes del apareamiento, lo que parece aumentar sus posibilidades tanto de reproducción como de supervivencia.
“Es raro que los machos eviten el canibalismo peleando físicamente con las hembras para poder aparearse con éxito, y esta es la primera evidencia de este comportamiento en una mantis caníbal”, afirma el doctor Nathan Burke, de la Universidad de Auckland, en un comunicado publicado en el sitio web de la institución. “Este estudio muestra que el enfrentamiento podría ser su mejor opción en términos de éxito reproductivo”, agrega el investigador.
Burke y su colega universitario, el profesor asociado Gregory Holwell, han observado 52 parejas de Miomantis caffra para estimar la eficacia de esta violenta estrategia. Según sus conclusiones, publicadas este miércoles en la revista Biology Letters, cuando los machos ganaban la pelea, el apareamiento era el resultado más común. Pero cuando la vencedora era la hembra, ‘la cita’ siempre terminaba en canibalismo.
En total, solo 29 de 52 parejas llegaron a la inseminación. En otros casos, los insectos o bien no establecieron ningún contacto en absoluto o bien la hembra ganó la pelea y se comió al compañero. En los 29 casos exitosos, el 58 % de los machos eventualmente evitaron la muerte, mientras que la otra mitad fue devorada después del apareamiento.
“Durante la última década hemos aprendido muchas cosas fascinantes de la Miomantis caffra, pero este último trabajo es realmente asombroso. Este es el mejor ejemplo que existe de machos contraatacando para lograr aparearse bajo el riesgo de canibalismo sexual”, señaló Holwell.
Reproducción asexual
Lo que hace este comportamiento tan interesante es que las hembras de Miomantis caffra tienen la capacidad de reproducirse asexualmente. Teniendo en cuenta este ‘plan b’, surge una pregunta interesante: si las hembras practican con tanta frecuencia el canibalismo y se da la circunstancia de que no necesitan ser inseminadas para procrear, entonces ¿por qué los machos todavía no se han extinguido?
“Eso es lo que me motivó a mirar tan de cerca las estrategias de apareamiento de los machos. Es un ejemplo fascinante de cómo el conflicto sexual puede llevar a la evolución de las tácticas reproductivas”, explicó Burke a AFP.