Mascotas y pirotecnia

La médica veterinaria doctora Alicia Sequeira abogó por la educación a las generaciones futuras, para que no utilicen fuegos artificiales de estruendo durante los festejos de Navidad y año nuevo.
Se acercan las fiestas que celebran la Navidad y la llegada del año nuevo, que involucran la tradición de los fuegos artificiales que no divierten más que a algunos humanos, ya que para muchos animales es uno de los eventos más traumáticos del año. Y en ese marco, muchas personas que tienen mascotas se preocupan y se preguntan qué hacer con ellas cuando el reloj marca las 12 y los estruendos ganan la noche.
Y entre las medidas que se adoptan con el propósito de que los animalitos sufran menos, muchas personas apelan a suministrarles algún sedante, sin tomar en cuenta las características de su mascota, lo cual puede ocasionarles otros problemas de salud.
En este sentido, la médica veterinaria santiagueña, doctora Alicia Sequeira, recomienda “no hacerlo sin asesoramiento veterinario”.
Al mismo tiempo, considera que “lo ideal sería educar para que las próximas generaciones, es decir nuestros hijos, no usen pirotecnia estruendosa”.
Trauma
Sostuvo la profesional que “la principal herramienta para evitar el sufrimiento de nuestros animales de compañía es no utilizar pirotecnia de tipo estruendosa, sí las luces como bengalas y estrellas o los tiros de colores. Eso no los afecta. Tengamos en cuenta que los animales tienen la capacidad de oír hasta 3 veces más fuerte que nosotros, por lo tanto la severidad con la que escuchan los estruendos es aterradora”.
“Les provoca taquicardia, aumento de la frecuencia respiratoria, ansiedad, miedo, y con todos estos factores estresantes se eleva el cortisol, lo que trae aparejadas muchas consecuencias no gratas al organismo. Son transitorias. Pero hay animales que las toleran y otros que no. Los más viejos y con problemas cardíacos son los más propensos a tener descompensaciones”, amplió.
Medicación
Dijo que el uso de sedantes o tranquilizantes es una cuestión discutible. “Yo particularmente no la recomiendo sin asesoramiento veterinario. Porque se las adquiere como ir a comprar caramelos y es un tranquilizante mayor el que estamos manejando, y los propietarios no suelen llevar a su mascota a consulta para que el veterinario evalúe si está apto o no para recibir ese tipo de medicación”.
“Todos los fármacos que deprimen la actividad del sistema nervioso central tienen sus efectos secundarios e indeseables en la presión arterial, respiración e incluso efectos gastrointestinales que debemos conocer. Si esa es la opción que se va a elegir, lleve a su mascota al veterinario, que se hagan las evaluaciones mínimas y se determine la dosificación. No todos los organismos responden igual a las dosis. Los animales obesos y los muy ancianos tienen el metabolismo más lento y los cachorros al contrario”.
Además, dijo que se debe tener en cuenta que el efecto del sedante “es sólo tranquilizante, el animal sigue percibiendo lo que pasa a su alrededor, pero le cuesta más reaccionar, por lo cual seguirá teniendo ansiedad, miedo, estrés, solo que nosotros no lo percibiremos”.
Como una medida para el momento de los estruendos, la doctora Sequeira recomendó “acompañamiento”, estar con ellos en ese momento, aunque “quizás perdamos el brindis”, acariciarlos, hablarles y hacerlos sentir seguros, “dentro de la casa en el lugar más aislado que tengan”.
“Si no van a estar con sus mascotas, dejarlos en una habitación con buen aislamiento acústico y con la tele o la radio encendida a un volumen tal que no se escuchen los estruendos. Perdamos 10 minutos de cena o brindis y estemos con ellos porque es la forma en que ellos se sienten seguros, recordando siempre que somos parte de su manada”, cerró.
Cómo identificar el miedo
Los especialistas explican que el primer síntoma de malestar ante los estruendos, es que el perrito adopta una postura más de alerta, evitará hacer cosas que lo dejen expuesto y vulnerable como comer, beber agua, dormir o incluso hacer sus necesidades con la misma frecuencia que acostumbra hacer. Suelen ponerse más ansiosos y manifestar querer que los carguen, saltando y llorando.
La postura corporal baja (encorvado, con las orejas abajo, pupilas dilatadas, cola hacia abajo o entre las patas traseras) es síntoma de cuando un perro está asustado, con miedo o estresado. Además puede quedarse lamiendo su hocico y mostrando los dientes.
Algunos perros pueden ponerse agresivos. Por lo tanto se deben tomar medidas preventivas para evitar que lleguen a ese punto.
Cerrar puertas y ventanas de vidrio, colocar música o encender la televisión con un volumen alto, generan un ambiente más ameno e ideal para las mascotas.

Fuente: www.elliberal.com.ar

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