Murió la última tortuga hembra de caparazón blando
Todo parece indicar que la tortuga de caparazón blando de Yangtze o Shanghái está destinada a la extinción. La última hembra, de 90 años, perdió la vida mientras se le aplicaba un procedimiento de inseminación artificial para salvar a su especie.
Los expertos dijeron al diario chino Suzhou Daily que no tuvieron complicaciones durante el proceso de inseminación, pero la causa de muerte será revelada tras la autopsia. También afirmaron que muestras tejido ovárico de la tortuga fueron recopiladas “para su uso posterior”.
Ahora sólo quedan tres ejemplares: un macho que vive en un zoológico, y dos en estado salvaje en Vietnam de las que se desconoce si alguna es hembra.
Su nombre científico es Rafetus swinhoei y es una especie asiática con una longevidad que va de los 80 a más de 100 años. Ésta habitaba originalmente en China y el norte de Vietnam, pero la contaminación de las aguas, la destrucción de su hábitat por la deforestación, la caza desmedida para consumo humano y aprovechamiento medicinal, acabaron con la población.
La tortuga de caparazón blando de Yangtze es una de las más grandes de agua dulce y puede dar de 2 a 3 camadas por año.
Los biólogos estiman que 217 de las 356 especies de quelonios que habitan el mundo, alrededor del 61%, están en peligro de extinción o ya se han extinguido.
Por si fuera poco, el cambio climático asociado al aumento térmico global haría que entre el 76% y el 93% de las tortugas verdes sean hembras, pues sus condiciones de nacimiento dependen de la temperatura, de acuerdo con un estudio de la revista Global Change Biology.