Perder o desperdiciar menos comida ayudará a conservar el medio ambiente

La disminución de la pérdida de alimentos ayuda a la sostenibilidad del medio ambiente, mientras que la reducción de los desperdicios beneficia la seguridad alimentaria, según se desprende del informe sobre el Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación 2019 “Progresos en la lucha contra la pérdida y desperdicio de alimentos”, dado a conocer este lunes.
El estudio elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) recuerda que los Objetivos de Desarrollo Sostenible plantean para 2030 la reducción a la mitad del desperdicio de alimentos per cápita mundial en la venta al por menor y a nivel de los consumidores, y la reducción de las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a la cosecha.
La FAO afirma que para que las estrategias que buscan la reducción de la pérdida y el desperdicio de comida sean eficaces deben basarse en una comprensión clara y multidimensional del problema.
Para empezar hay que definir qué es pérdida y qué es desperdicio. En términos generales, se consideran pérdidas las que se producen a lo largo de la cadena desde la cosecha, el sacrificio o la captura hasta el nivel minorista, aunque sin incluirlo. El desperdicio, en cambio, se da en el nivel de la venta al por menor y en el consumo.
En la actualidad, las pérdidas de alimentos a nivel mundial se estiman en 13,8%, lo que equivale a unos 400 millones de dólares.
El informe reconoce que disminuir la pérdida y el desperdicio de alimentos requiere inversiones de dinero o tiempo que algunos actores de la cadena de suministro podrían considerar superiores a los beneficios.
Además, los vínculos entre la pérdida y el desperdicio de alimentos, y la seguridad alimentaria y los efectos ambientales, son complejos.
El economista jefe y asistente del director general del Departamento de Desarrollo Económico de la FAO, Máximo Torero, explicó que en este momento el mundo cuenta con los alimentos suficientes para satisfacer la demanda, pero la población crecerá, por lo que cualquier reducción de las pérdidas y desperdicios significará más alimentos disponibles en el mercado mundial.
Sin embargo, se debe entender que esto no garantiza que toda la gente vaya a tener acceso a esa comida ni que se vaya a acabar el hambre.
Además, Torero destacó que no se puede forzar a los productores con recursos limitados a hacer inversiones si éstas no les van a beneficiar, lo que implica analizar cómo se pueden lograr esas reducciones.
“De que van a ser positivas para la seguridad alimentaria, por supuesto que serán positivas. Pero, conscientes de que es bueno, debemos tener cuidado de tener los incentivos apropiados para que esto se pueda dar y se dé en la vida real.”
Sostenibilidad ambiental
La relación entre la baja de las pérdidas y los desperdicios de alimentos con el medio ambiente se explica con la reducción de emisiones de carbono y el mejor uno de los recursos naturales.
Si se reducen las pérdidas quiere decir que hay un mejor uso de la tierra y el agua, porque se estaría consumiendo menos agua y explotando menos tierra.
Y al hacer la producción más eficiente, se necesita producir menos y se reducen las emisiones de los productos agrícolas.
“Si vemos la cadena de valor desde la chacra hasta el consumidor, encontramos que por el lado del consumidor tendremos mayores ganancias en términos de recortar emisiones al reducir desperdicios; mientras que por el lado del productor las ganancias serán mayores en términos de aprovechamiento de la tierra y el agua”, precisó Torero.

Fuente: https://news.un.org

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